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España España · Madrid
Voto de Triplets:
10
Comedia. Romance Sean Thornton (John Wayne), un boxeador norteamericano, regresa a su Irlanda natal para recuperar su granja y olvidar su pasado. Nada más llegar se enamora de Mary Kate Danaher (Maureen O'Hara), una chica muy temperamental, aunque para conseguirla deberá luchar contra las costumbres locales, como el pago de la dote, y, además, contra la oposición del hermano de su prometida (Victor McLaglen). (FILMAFFINITY)
19 de diciembre de 2006
28 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recuerdo que hace años me dedicaba a leer partidas de ajedrez comentadas por un gran crítico. En una de ellas, ante el maravilloso juego desplegado por José Raúl Capablanca, el comentarista exclamaba analizando la posición tras la apertura: "la sencillez de lo genial".
Y eso mismo me apetece a mí gritar siempre que veo -y ya van muchas veces- esta película eterna. Precisamente por eso, por su sencillez, esta película no envejecerá nunca. Mientras otras cintas muy valoradas en su época, van perdiendo frescura, "El hombre tranquilo" se alza majestuosa como una obra imperecedera.
No es fácil descubrir el secreto de esta genial sencillez, pues, si lo fuera, nosotros mismos nos pondríamos a rodar películas como hacía el viejo maestro Ford. Sólo nos queda, por tanto, comentar algunos detalles y seguir disfrutando de esta película sin buscar complejas explicaciones y teorías sobre su perfección, que, dada la naturalidad y sencillez de la cinta, serían seguramente inútiles.
En primer lugar, ésta es una de las películas más deseadas por Ford, que tardó quince años en conseguir rodarla. Ese amor y ese tiempo de espera culminan en la apoteosis que constituyó "The quiet man".
Película sencilla, también, porque fue rodada por un director con un grupo de amigos que se conocían a la perfección y transmiten al espectador una tranquila sensación de naturalidad y diversión.
Y película sencilla porque su director era contrario a toda complicación y pretenciosidad. Si alguien quiere conocer lo que es el verdadero realismo cinematográfico, no le recomendaríamos acudir a las películas de los neorrealistas, sino acercarse a algunas obras de Ford.
No hace falta decir que las interpretaciones de los actores, protagonistas y secundarios (si es que en esta película se puede hablar de personajes secundarios), es excepcional, porque es evidente. Ni tampoco hace falta recordar que la galería de personajes es tan rica y entrañable, que a todos nos gustaría vivir eternamente en Inisfree para conocer a Michaeleen, al padre Lonergan, a Will Danaher...
Y tampoco es necesario insistir en momentos tan maravillosos como la pelea final, la tormenta en el cementerio, la llegada en tren de Sean, por citar algunos, porque decir todos nos llevaría a agotar los ciento veintinueve minutos de la película.
¿Cuándo una película es eterna? Cuando la puedes ver mil veces sin cansarte. Puedo dar fe de que "El hombre tranquilo" lo logra de manera magistral.
Triplets
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