He puntuado esta película con un 1 porque no hay 0.
No voy a entrar en detalles cinematográficos ni técnicos; tan sólo morales y éticos: Utilizar a niños para hacer tamaña grosería me parece repugnante. Me pregunté tras verla cómo actores de la talla de Ethan Hawke podían realizar este tipo de cine, y alguien me comentó que hay ciertos contratos donde los actores se comprometen a rodar alguna película menor cuando firman para una buena. Hay que aprender a ver esta dinámica de la industria cinematográfica e ir descartando toda esta mierda —con perdón y sin perdones—, pues a buen seguro el cine influye en la conciencia de los jóvenes y sus posteriores idas de olla, como ya pasa en América.