La primera temporada de True Detective es una serie maravillosa desde el punto de vista visual y narrativo. Engancha.
El guión desarrolla una trama de largo recorrido temporal, y reconstruye los hechos a través del testimonio de los principales protagonistas con un estilo periodístico, similar a la crónica.
Además, los actores, Matthew McConaughey y Woody Harrelson, están excelsos en sus papeles. Interpretan personajes profundos, complejos y llenos de matices. El primero, más intelectual, está marcado por un acontecimiento traumático que emponzoña su vida. El segundo encara una existencia incompleta intentando disfrutar de los placeres carnales y no quiere complicaciones, es más pragmático. Sin embargo, tienen varias cosas en común: el compañerismo y la honestidad. Ambos trabajan para nivelar la balanza entre el bien y el mal.
No puedo olvidarme de la extraordinaria banda sonora que introduce cada capítulo. Y el paisaje inolvidable y misterioso de Luisiana.
Se logra generar un ambiente denso, cargado y tenso, que llegas a sentir, lo tocas con tus manos y empapa tu piel. Puro disfrute y entretenimiento.