Convencional, por mucho que duela a los siempre "rebeldes".
Incondicional a la misma premisa, y ese es su problema, la denuncia debe ser condicional a si hay un por qué. La contradenuncia es también denuncia, y seguir los pasos de otro no lo es.
Bien tratada, con aires de novedad, se narra la historia de otros "nuevos olvidados" que luchan por la vida a su manera, con sus tretas. Pero para ello se encuentran con todas las trabas posibles, con las injusticias familiares, sociales y políticas posibles. hacen todo tipo de artimañas para conseguir su propósito, crear su propio estudio de grabación. Pero la dirección no hizo lo mismo, sólo utilizó una técnica, y estaba demasiado manida.
Buena banda sonora, aunque poco hip-hop como me esperaba, buenas (aunque no muy profesionales) interpretaciones, sobre todo por Onovo Candela, y mejorable pero buena fotografía. El guión se queda muy corto, demasiado convencional, pasado por la autosuperación de siempre, con drogas, delincuencia, jóvenes sin futuro, injusticias, problemas con el alcohol, la inmigración, el trabajo, la droga, el robo, la educación, y todo pasa en hora y veinte. Es una historia más.
Pretenciosa ayuda de los miembros de la academia por regalar tres Goya que significan poco más que el bastoncillo medio roto que los poderosos se permiten como desprecio, son las migajas que tienen para con los demás aquellos que necesitan que sigamos siendo su mano de obra y sus bufones. Y aceptarlo significa aceptarlo, por mucho que duela.
Lo mejor de la cinta es que, a ratos, te consigue meter en el personaje de Quique, o "Cuajo", piensas como él.
Lo mejor de los premios, dar la oportunidad de expresarse al "Langui" para que dijera aquel buen (y corto) discurso. "Poner las cosas altas es obra de autosuperación".