Haz click aquí para copiar la URL
España España · La Coruña
Voto de Ocelot:
7
Fantástico. Terror. Ciencia ficción. Thriller Los habitantes de Seúl observan sorprendidos un extraño objeto que cuelga de un puente sobre el río Han. El objeto es, en realidad, una monstruosa criatura mutante que al despertar devora a todo aquel que se cruza en su camino. En medio de tanto horror, la criatura mutante rapta a la hija del dueño de un quiosco que vive felizmente a la orilla del río. Mientras el ejército fracasa una y otra vez en sus intentos de destruir al monstruo, ... [+]
1 de noviembre de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
cada vez que echan una peli de terror por la tele me da la impresión de que soy Nostradamus. Ahora muere éste, ahora aquél, ahora el bicho aparece y se come al gordo de las gafas, ahora muere el empollón que se separó del grupo... y todo se cumple. ¿Nunca les ha pasado? Por eso, cuando aparece una película que destila originalidad y que intenta cambiar el rumbo normal de los acontecimientos como mínimo resulta sorprendente. The Host es ese tipo de película, en la que quieras o no siempre te llevarás alguna sorpresa. Y es que el rompedor director de "Memories of Murder" lo ha vuelto a hacer, o al menos para mi gusto.

Ciertamente, por lo primero que sorprende The Host, o a mí al menos, no es por los efectos especiales, que de hecho me hicieron torcer el gesto un par de veces en alguna escena en la que la "magia" de los ordenadores resultaba totalmente antinatural. Nada de eso. Lo sorprendente de verdad son los personajes, sin ningún atisbo de duda. Especialmente el interpretado por Song Kang-Ho, el vengativo padre de familia de Sympathy for Mr. Vengeance, que aquí vuelve a hacer de padre, pero en este caso con una personalidad más cercana a Homer Simpson que al calculador personaje de la película de Park Chan-wook. Y es que este hombre descuidado, que le da una cerveza a su hija "porque ya va al instituto", que no tiene pudor ninguno, que se despreocupa por todo, que siempre se está durmiendo y come la comida que tiene que servir a los clientes, es el héroe que debe de salvar a su hija del monstruo; mejor dicho, es el único que puede hacerlo, una vez que el mundo le ha abandonado y ya no le escucha. Estoy seguro que Homero nunca pensó en alguien así como protagonista de su Ilíada, pero en este caso el director crea unos personajes nada convencionales en los filmes de hoy en día, personajes que dudan, que mienten, que se equivocan, que aciertan el 10% de las veces, que ríen, que lloran, que son cobardes, indecisos... y que cuando creen muerta a su hija se rompen en pedazos y se dejan llevar por la emoción, incapaces de contener las lágrimas. No son como la Ellen Ripley que en Aliens (1986) se hacía con un lanzallamas y un rifle de contacto de pulsos e iba valientemente al rescate de la niña, atrapada en la guarida de los extraterrestres. Porque, sinceramente... ¿quién haría algo así? Y lo dice un fan acérrimo de Alien, que conste. En este caso los personajes son totalmente perfectos en su absoluta imperfección, lo que hace si cabe aún más impredecible a la película.
Ocelot
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow