José Luis Cuerda es especial. Antes de empezar con "El bosque animado" es conveniente saber que los típicos recelos que se tienen sobre el cine español (la mayor parte de la culpa viene de dentro) desaparecen a los pocos minutos. Su director es culpable de apartarse de todo lo que se ha visto (antes y después) y a través de un estilo muy personal crea una serie múltiple de historias, como si fueran los árboles del mismo bosque. No creo que sea correcto etiquetarlo todo como un drama, hay mucho más humor que tragedia y aunque se dan situaciones complicadas (algunas muy duras), la dosis de excepcional surrealismo que el maestro Cuerda utiliza hace que todo repose en una atmósfera muy particular, yo diría que única y propia.

Landa se sale, pero es que cualquiera de los muchos y grandes actores que aparecen, hasta los niños (no parezco yo diciendo esto), están a una altura enorme. A veces las listas extensas de personajes no funcionan, aquí sí, y mucho. Un bosque como el que se presenta, que tiene de todo, cuenta también, como los árboles de los que está formado, con múltiples historias. Detenernos a observar cada árbol merece mucho la pena, pero el bosque en sí es también dignísimo. Cada vez que Landa aparece con su "Me caso en Soria" es más para reír que para llorar, el pobre pocero y su chirriante pierna, la locura del genial Ciges... sí, yo también opino que es un bosque entrañable.

Buen cine español, una gran excepción, a veces sin buscarlo se acaban encontrando cosas que merecen la pena.