No creí que una cinta sobre la ambición por presidir una empresa capitalista pudiera llegar a gustarme tanto. No es una locura de película, y ello se debe en parte a que por poco listo que sea el espectador ya se sabe el final, quién se pondrá la corona como máximo jefe. A mí lo que me ha atraído es la manera, el medio, las formas a través de las cuales se llega a ese desenlace. ¿De quién es la culpa (o el mérito)? Desde luego de quien más manda en "La torre de los ambiciosos", Robert Wise, porque por mucho que se cuente con un reparto tan brillantemente poblado, como el caso que me ocupa, a menudo las cosas no acaban de funcionar. Engancha, me ha gustado y ha sido una sorpresa, no por Holden, que le toca un papel en el que no destaca, por encima de él se encuentran una serie de personajes que empujan la trama hasta el final cada uno a su manera: el nostálgico, el avaricioso, la desengañada, el calculador...

Hay muchos personajes y sin embargo no da lugar a perderse. Hay muchas verdades como puños y sin embargo no cansa. Hay muchos dólares y sin embargo no da rabia. Hay mucho de todo y bien puesto... tenía muchos prejuicios antes de verla y lo cierto es que una vez más me he equivocado, porque es buen cine y está bien hecha. Vale mucho la pena.