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Cuba Cuba · Barcelona
Voto de Luisito:
7
Drama Un condecorado y reverenciado héroe de guerra disfruta de la compañía de su familia en un tranquilo día estival, cuando de pronto recibe la visita inesperada de un hombre al que no veía desde hacía años. Conforme transcurre el día y se acerca la noche, el coronel descubrirá el verdadero motivo de la visita. Lúcida denuncia de las purgas stalinistas. (FILMAFFINITY)
16 de marzo de 2019
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Poco se ha profundizado en la absurda limpieza que realizó el demonio Stalin a su alrededor para afianzarse en el poder, al menos creo que es un tema que debería haber dado muchas más muestras en el cine de las que se encuentran. Puede que el factor interino haya supuesto un aislamiento de la cuestión, como si fueran sus propios trapos sucios y al fin y al cabo no se trate de una denuncia que tenga que ver con el ser humano general como el Holocausto y otras masacres. Pues sí, incluso una película como "Quemado por el sol" me parece insuficiente porque la mayor parte de película transcurre alejada del tema importante, que no se desvela ni se desata hasta el final.

Sin saber de qué va, uno diría que el principio es un homenaje a Renoir, una comedia rural algo alocada realizada sin maldad y con un ambiente raro pero agradable. Se trata de una familia sin problemas cuyos miembros viven de inmaculado blanco, evidentemente aburguesados, y disfrutan juntos de un día al aire libre. Destaca por encima de todo, una relación paterno filial única, algo que no se ve salvo en contadas ocasiones en la gran pantalla. Las escenas entre el padre y la hija destacan por encima de todo por una naturalidad que acaba siendo dolorosa conociendo al final el destino que le espera al padre militar.

Hasta que llega el lobo al corral, sin saber que lo es, tocando el piano, explicando cuentos infantiles, insinuándose... sin aparente maldad. Y todo ello, no lo olvidemos, es un gran flashback!!! El triunfo de la película consiste en saber descorchar el tapón en el momento justo, en el actor (y director) protagonista cuya sentencia conoce y acepta con tranquilidad. Se trata de una película que te obliga a ponerte en la piel ajena, en aquel que ama a su patria, que luchó en el campo de batalla y que ahora ha de enfrentarse a su final con resignación. Resignación ante la injusticia, por supuesto.

Stalin, ese gran cabrón...
Luisito
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