El año anterior Robert Aldrich presentó al mundo sus "Doce del patíbulo", todo lo que vino después, incluido esta brigada del diablo, puede definirse de muchas formas, influencia, copia, imitación o lo que sea, pero lo que es evidente es que Aldrich parió la primera y luego vinieron muchas más parecidas. Eso no significa, sólo por mi primera impresión, que todo lo que se hizo después sea despreciable. La calidad es una cosa y los gustos otra, eso también es muy cierto, así que dicho todo lo que queda detrás pienso que estos soldaditos que van a luchar contra los alemanes se ajustan más al perfil de un bufón que a otra cosa. Y tampoco diré que eso sea malo, de hecho me he entretenido en momentos y no puedo negar que lo he llegado a pasar bien, esos soldados brutotes confinados en el mismo campo con los canadienses tiene su gracia, y eso, es cuestión de gustos.

Y ahora iré a cuestiones más objetivas, hablo de aproximaciones equivocadas al enemigo, alemanes más tontorrones que nunca, idiotizados idiotamente (ahora me he gustado a mí mismo) y pésimos, innecesariamente idiotizados. Eso puede echar mucho atrás y lo entiendo, que en la primera misión hagan lo que hacen en aquel pueblo puede ser inadmisible para muchos y suficiente razón para bajar la nota todo lo que se crea oportuno. Y si hacen eso... escalar la montaña ya no me ha sorprendido. Se hace un intento por dramatizar al final, demasiado tarde, la guerra es muy perra en muchas otras películas, aquí no, aquí, para mí, la guerra es una excursión.