Cada vez estoy más convencido que el cine de animación, salvo contadísimas excepciones, no es para todos. Ojalá fuera cine para mí, con la de recomendaciones que tengo me pondría las botas, pero me sucede como a un sector amplio de disconformes, no acabo de encontrarle el punto y por mucha profundidad trascendental y mucha acción que contenga, estas películas de dibujitos animados (casi) nunca me llenan. El caso que me ocupa, "Ghost in shell", por fin desaparecerá de mi lista de recomendaciones de FA. Una película de menos de 90 minutos, lo cual es importante, una película en la que sorprendentemente no me he perdido y que cuenta con un par de momentazos en plan relax, con buena música de fondo, que es lo que más me ha gustado.

No seré yo quien matice los aspectos técnicos, se trata de una ejemplar exhibición de la que he disfrutado como el que más. Sin embargo, lo que más corresponde por mi parte dejar anotado aquí es que no soy capaz de elevar por encima del pasable 5 una película cuyo mensaje me resbala totalmente. Me doy cuenta de ello cuando soy capaz de afirmar en su final que me da exactamente igual si acaba de una manera o de otra. El hecho de que un robot con neuronas reales, células cerebrales, se pregunte si existe o no, si su espíritu es un programa de un hacker llamado, atención, "titiritero", son cosas que me dan igual. La chica, el dibujo, está de muy buen ver, lo cual agradezco, pero no es más que tinta, píxeles, no es más que un entretenimiento justito.

Vaya tela, que el mensaje de la película sea una reflexión acerca de la inteligencia artificial, sobre las dudas de un robot acerca de su posición entre la consciencia de la existencia o la irrealidad física que le pertenece, este objeto directo, esta reflexión, no creo yo que sea de obra maestra del cine. ¿Obra maestra del cine de animación?, que juzguen los entendidos, para mí es sólo entretenimiento, su profundidad no me atrae...