De entre los numerosos caminos que puede tomar una película que pretende criticar el sistema judicial, creo que "Detenido en espera de juicio" escoge el mejor, sobre todo teniendo en cuenta quién es su protagonista, de dónde viene y el lugar al que pertenece. Es Alberto Sordi, viene de Suecia y es italiano.

Ciertamente puede verse como un verdadero proceso kafkiano, posee grandes dosis de surrealismo y es un absoluto tormento. Sin embargo su parte seria se diluye por momentos porque está casado con una mujer que es un cañón (aunque no tiene por qué ser una risa, lo es) y resulta que va a pasar de un penal a otro con muchas situaciones cómicas. La escatología siempre que puede, asoma por la ventana (algo que también puede no ser una risa): el planteamiento es, definitivamente, de comedia.

Sí, es un vía crucis, pero también está repleta de humor. Así pues el camino que toma la película no es de la tragedia absoluta, que tiene que ver con la incomprensión de un hombre preso al que se le separa de su familia y no se le da ninguna información de su situación (además del trato vejatorio constante): sí, existe esa realidad pero se ofrece con la dosis adecuada de humor. Los excesos que sufre Sordi hacen aumentar el peso de la crítica, que es lo que cuenta finalmente.

Recuerdo un país que tiene en prisión a personas por cuestiones políticas y que incluso los llevan a juicio (algo que por lo menos Sordi evita), algo totalmente kafkiano también, una farsa que tiene que ver con la manipulación del sistema judicial semejante a la Italia que se nos enseña aquí. La perversión y el uso de las leyes por parte del poder, ya ves, es algo que nos hace a todos vulnerables. Somos víctimas potenciales del sistema. Al menos a Sordi le espera su mujer cuando acaba la pesadilla y puede salir del país...