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Cuba Cuba · Barcelona
Voto de Luisito:
7
Aventuras. Fantástico. Drama Tras una larga y cruenta guerra, Uther Pendragon le ruega al mago Merlín que le ayude a seducir a la esposa de su nuevo aliado, el Duque de Cornwall. Merlín accede, pero a condición de que el fruto de esa unión le sea entregado. Esa misma noche, es concebido Arturo. Dieciocho años después, los nobles de un reino cuyo trono está vacante intentan apoderarse de Excalibur, la espada mágica que está incrustada en una piedra desde la muerte de Uther. (FILMAFFINITY) [+]
15 de septiembre de 2014
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
John Boorman decidió con acierto recorrer caminos complejos por los que podía ser fácil perderse y caer en el ridículo, estoy hablando de llevar a cuestas la leyenda del Rey Arturo, y sin embargo salió tan bien parado que ni el paso de algunas décadas ha estropeado su "Excalibur". Muchos que vivimos con intensidad los años 80 no cedimos ante la tentación de alquilar en el videoclub de la esquina una película que a ojos del adolescente ofrecía lo que buscábamos, aventuras medievales con castillos, armaduras, espadazos y mucha acción. Como espectador adolescente quedaron en la retina escenas de belleza incuestionable mientras que hoy, tantos años después, con un poco más de criterio al volverla a ver, decido objetar que lo que hizo Boorman tiene muchísimo mérito.

No hace falta ser un experto en la mitología en cuestión para valorar justamente "Excalibur", una película con ritmo que es capaz de atrapar al espectador desde su estética y desde su historia. Todos conocemos aunque sea de pasada a los caballeros de la célebre mesa, al pesado del puente que no piensa dejar pasar a nadie, a cierta historia de amor e infidelidad, a Merlin... ¿Hay alguien que no conozca la historia de la espada clavada en la roca? Pues bien, para atreverse con todo ello hay que tener valor, pero lo que me interesa a mí es que el resultado con el paso del tiempo es absolutamente digno. Vale la pena ni siquiera sólo por ver la la escena de lucha en la que por San Telmo y por todo aquello un caballero rinde vasallaje a Arturo, que hasta ese momento no era nadie. Vale la pena por la espada y ese lago, por la oscuridad de la noche y por la luz del día, por el vestuario y hasta por las pintas de Merlín, que pudiendo caer en el más absoluto ridículo acaba convirtiéndose en el memorable eje explicativo de la película.

Así que Boorman arriesgó, se trata de un largometraje complejo de más de dos horas pero que no pierde el ritmo. Algunos dicen que es el mejor film de temática artúrica y no me extraña, principalmente porque no huele a cine viejo, porque han pasado más de 30 años y conserva su energía y su mala leche.
Luisito
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