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Cuba Cuba · Barcelona
Voto de Luisito:
8
Drama La acción se desarrolla a finales del siglo XIX en una fábrica textil de Turín. Los obreros reivindican la reducción de la jornada laboral de 14 a 13 horas, para evitar los accidentes que provoca el cansancio. La aparición del extraño y entrañable profesor Sinigaglia (Marcello Mastroianni) hace que la protesta desemboque en huelga. La película, que oscila entre el sainete y la tragedia, presenta una galería de personajes antagónicos: ... [+]
2 de julio de 2018
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bienvenida cualquier película que ahonda en el problema histórico de las relaciones entre explotados y explotadores, algo que Monicelli conocía perfectamente y que en su "Los camaradas" con toda lógica desarrolla en la Italia industrializada del norte. Ahí arriba en Turín, están tan lejos del sur que hasta los sicilianos son extranjeros. Así que al maestro director italiano no le tiembla el pulso y no se deja nada en el tintero, todo lo que había que poner lo pone y no renuncia siquiera a una pizca de ese humor por el cual es famoso. No desdramatiza una realidad durísima, hablamos de jornadas de verdaderos esclavos de catorce horas en condiciones lamentables. Pero si a la hora del bocadillo alguien flojea y se le escapa una ventosidad no deja de hacerlo por el bien de una sonrisa del espectador.

Llega Mastroianni y de repente echo de menos a Gassman, qué le vamos a hacer, no iban a estar todos en el mismo pastel. Marcello es quien empuja, quien cohesiona y quien pone su cara famélica si hace falta, usa sus palabras, las ideas que ya se conocían a finales de S.XIX, las razones de la lucha proletaria y la conciencia de clase. No hay clase media, hay explotadores que exprimen al trabajador y ni pizca de humanidad. Monicelli realiza un retrato asombroso de una realidad indigna que era común en la Europa industrializada. No se deja nada, hay esquiroles, hay quienes dudan, hay divisiones en los huelguistas, disturbios y por supuesto hambre y muerte. Más o menos la lucha de los abuelos de nuestros abuelos, que hicieron todo lo posible por mejorar las condiciones de vida de la mayoría, que por aquel entonces eran llamados proletarios.

Son más de dos horas de idas y venida de muchos personajes con sus esperanzas y sus dudas, muchas cosas que nos cuenta un director cuya filmografía es un cofre de joyas. Monicelli no decepciona nunca, es coherente y si hace falta cierra el puño y canta la Internacional.
Luisito
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