Recuerdo con nostalgia sana aquellos años ochenta en los que alquilábamos en los primeros videoclubs las primeras cintas vhs o beta y recurríamos más al reclamo de la carátula que a otra cosa y la supuesta calidad del contenido era algo secundario, lo importante era plantarte ante la tele y compartir ese rato, en mi caso con mis hermanos. "Despedida de soltero" respondía más a la curiosidad adolescente de mis hermanos mayores, mientras que yo, muy crío aún, alucinaba viendo los primeros pechos desnudos y sin entender la mayoría de cosas me esforzaba por reírme igual que ellos para parecer mayor. Esa nostalgia me ocupa entero cuando reveo lo que son clásicos de la comedia para mí, y en este caso la juerga que se meten esos canallas con Hanks delante de todos ya quisiera yo metérmela hoy de vez en cuando. Firmaría una juerga como esta una vez al año.

La película es una locura, lo tiene todo, con un humor unas veces más acertado que otras la gamberrada manda por encima de toda lógica, cualquiera quisiera una diversión así al menos una vez en la vida y yo... yo veo una película normal, pero la nostalgia que siento supone una subjetividad que no escondo.