Roman Polanski aprueba el examen de simbología con esta película con la máxima nota, matrícula de honor hasta el infinito y más allá. La construcción de "Repulsión" es básica desde el momento en que percibimos que a Catherine Deneuve le dan asco los hombres, desde que la vemos salir corriendo del coche de su novio y entra a casa para lavarse la boca tras habérsele sido robado un beso, puede que antes, el caso es que la repulsión que siente es una terrible enfermedad que la aparta de la normalidad. Hay muchas cosas ciertas en el mensaje de Polanski, hay mucho jugo exprimido, como la afirmación que siempre ha sido dicha por toda mujer, aquello de que todos los hombres son iguales, o como la certeza más discutible quizás de reconocer a un lunático desde que es un niño, como señala a través de la fotografía familiar en el último plano de la película. No son pocas imágenes impactantes con las que Polanski nutre su largometraje, hasta cierto punto surrealista: patatas a las que crecen raíces, grietas repentinas, el conejo que se pudre en la bandeja, las manos que aparecen de la pared...

Si hay algo que es evidente es que Polanski cuida y mima cada plano, otra cosa es que a todos nos guste lo que nos ofrece. Es una película bien hecha, si Catherine Deneuve está como una regadera, lo que vemos en la última parte de la película es fruto de esa chaladura: desde lo inofensivo como planchar la ropa sin enchufar la plancha hasta hacer verter sangre. La reacción de un enfermo ante un problema grave de sentimiento de acoso no podía ser otro, el drama está servido.

Que Polanski está como un cencerro es algo de lo que no he dudado nunca, pero tampoco pondré en duda que es un cineasta ejemplar, que es alguien que lleva el cine en las venas y que dejando de lado los gustos por los temas específicos que trata, es alguien que sabe hacer buen cine. Otras veces lo he pasado mejor que en este "Repulsión", pero no le negaré su valor. Su ritmo vago al inicio y el hecho de que no me haga ninguna gracia la simbología (ni la de aquí ni la de más allá) no me impide valorar "Repulsión" como un ejercicio correcto sobre la mente perturbada de una pobre mujer desquiciada.