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Corea del Norte Corea del Norte · carabanchel
Voto de eldiabloenelojo:
7
Drama Centroamérica, años ochenta. Tres periodistas americanos van a Nicaragua, donde la guerrilla sandinista está a punto de derrocar al dictador Somoza, a pesar de que cuenta con la ayuda de la CIA. Russell Price (Nick Nolte) es un fotógrafo al que la periodista radiofónica Claire (Joanna Cassidy) presiona para que se involucre en la revolución. En una situación similar se encuentra otro colega de profesión (Gene Hackman). (FILMAFFINITY)
12 de agosto de 2006
17 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los años ´80 fueron en Latinoamérica años de luchas, de revoluciones, de dictadores y de mucha violencia. El cine poco ha reflejado ese horror, siendo un tema tan duro y tan comprometedor. Es lógico que la industria americana no se haya fijado en un tema que acusa directamente a su gobierno de injerencias y apoyo a los más sanguinarios dictadores. Es una geografía fílmica que solo se puede analizar desde el punto de vista de la denuncia, de ahí la exigua filmografía que se adentra en el tema ésta y alguna posterior como Romero o Salvador, son de las escasas incursiones.
Bajo el fuego, narra la guerra civil que tuvo lugar entre el pueblo levantado en armas contra el dictador A. Somoza. Un hecho que llamó la atención internacional de toda la prensa, así llegan a Nicaragua tres periodistas que forman un tópico y prescindible, triangulo amoroso, curtidos en conflictos internacionales: Nick Nolte, Gene Hackman y la atractiva joanna Cassidy, los tres muy implicados en sus interpretaciones. El conflicto no les afectará por igual, y la injusticia social hará de la implicación de estos algo que confrontará un conflicto con su profesión.
La obra sigue a los periodistas a través del conflicto y la lucha de intereses y crápulas que giran en torno a éste. Veremos como los periodistas no son ajenos al dolor y tomarán partido por los sandinistas.
Al igual que los periodistas, el guión de Ron Shelton, mira con lógica simpatía al movimiento sandinista, aunque no profundiza para nada en la lucha del pueblo, en la injusticia social, y en la implicación del gobierno americano. Es un homenaje al oficio de periodistas, a los reporteros de guerra, que sirve a su vez para realizar un aceptable acercamiento al drama de la guerra. Gracias al oficio de Roger Spottiswoode la obra posee veracidad, ritmo, tensión y dramatismo.
eldiabloenelojo
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