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Voto de MrRipley:
4
6,4
20.378
Intriga. Thriller
Willy Beachum (Ryan Gosling) es un joven y ambicioso fiscal cuya carrera está empezando a despegar. Por otra parte, Ted Crawford (Anthony Hopkins) es un ingeniero de mediana edad que acaba de disparar a su mujer (Embeth Davidtz) a sangre fría. El destino los enfrentará en el consiguiente juicio. Crawford resulta ser un individuo tan complejo e impredecible como el crimen que ha cometido, de modo que las acusaciones de Willy empiezan a ... [+]
1 de diciembre de 2010
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un hombre asesina a su mujer, con total premeditación y sangre fría, después de descubrir que le ha sido infiel con un policía. Lo más perverso y original de este thriller es provocar la identificación del espectador con ese asesino aficionado a los juegos de lógica y aparatos de precisión, interpretado por un Anthony Hopkins haciendo de primo lejano de Hannibal Lecter.
Fracture describe el enfrentamiento, el duelo legal, mental y personal, entre el asesino y un fiscal. Otro de los elementos atractivos es la presentación del fiscal, el supuesto héroe, como un trepa oportunista y arrogante. En el enfrentamiento entre un fiscal y un asesino que ha matado a su mujer con total crueldad, se nos obliga a ponernos del lado del asesino y asistir entre la repulsión y la admiración a la astuta victoria legal de alguien cuya culpabilidad la película no puede haber dejado más clara. Y en esa posición incómoda y amoral, avanza la primera mitad de la película, con tópicos inevitables (la relación entre la esposa y el amante, interpretado este por un actor mediocre), pero tensión argumental y ambigüedad moral.
Sin embargo, llega un punto en que todo lo bueno de Fracture se acaba.
Fracture describe el enfrentamiento, el duelo legal, mental y personal, entre el asesino y un fiscal. Otro de los elementos atractivos es la presentación del fiscal, el supuesto héroe, como un trepa oportunista y arrogante. En el enfrentamiento entre un fiscal y un asesino que ha matado a su mujer con total crueldad, se nos obliga a ponernos del lado del asesino y asistir entre la repulsión y la admiración a la astuta victoria legal de alguien cuya culpabilidad la película no puede haber dejado más clara. Y en esa posición incómoda y amoral, avanza la primera mitad de la película, con tópicos inevitables (la relación entre la esposa y el amante, interpretado este por un actor mediocre), pero tensión argumental y ambigüedad moral.
Sin embargo, llega un punto en que todo lo bueno de Fracture se acaba.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
En primer lugar, esta es otra de esas molestísimas pelis en que el malo super-listo pierde lo de súper y hasta lo de listo cuando el guionista lo necesita, pero al menos aquí sólo pasa muy al final y se podría perdonal.
Pero el principal problema es que, según avanza la trama, se hace cada vez más evidente que lo único que importa es el artificio, liar y desliar la trama, muy por encima de los personajes. En primer lugar, el intento de ir humanizando al fiscal a medida que va recibiendo lecciones, no puede estar menos conseguido. La forzada compasión que demuestra por la esposa en coma es de lo más molesto y tramposo de la historia, más que un intento patético de "humanizarlo" parece una excusa para que esté en el hospital cuando el perverso marido dé la orden de desconectarla (una mala idea que sólo subraya lo evidente, que el personaje de A. Hopkins es un cabronazo que se regodea en su propia depravación).
El desenlace es, en este sentido, lo más pobre y decepcionante. Desde mi punto de vista, una vez que el criminal se ha salido supuestamente con la suya, el único final coherente y argumentalmente digno sería destacar el carácter absurdo y demencial de una vistoria pírrica que deja sus manos manchadas de sangre, pero aquí "la sorpresa" (esperadísima) es lo prioritario, y dar un giro final y hacer que el vapuleado fiscal se redima y gane a los puntos al malo, que le dé una lección final, siendo más humano pero, sobre todo "más listo que él", por una pero definitiva ocasión, no sólo es incoherente con el planteamiento de la historia, sino además cabreante. Esa resolución puede ser imposición comercial; en Hollywood otra solución igual se hubiera pagado cara... al precio de no hacer la película... pero cambia la perspectiva sobre los personajes de tal manera que uno no puede dejar de pensar que le han tomado el pelo.
Pero el principal problema es que, según avanza la trama, se hace cada vez más evidente que lo único que importa es el artificio, liar y desliar la trama, muy por encima de los personajes. En primer lugar, el intento de ir humanizando al fiscal a medida que va recibiendo lecciones, no puede estar menos conseguido. La forzada compasión que demuestra por la esposa en coma es de lo más molesto y tramposo de la historia, más que un intento patético de "humanizarlo" parece una excusa para que esté en el hospital cuando el perverso marido dé la orden de desconectarla (una mala idea que sólo subraya lo evidente, que el personaje de A. Hopkins es un cabronazo que se regodea en su propia depravación).
El desenlace es, en este sentido, lo más pobre y decepcionante. Desde mi punto de vista, una vez que el criminal se ha salido supuestamente con la suya, el único final coherente y argumentalmente digno sería destacar el carácter absurdo y demencial de una vistoria pírrica que deja sus manos manchadas de sangre, pero aquí "la sorpresa" (esperadísima) es lo prioritario, y dar un giro final y hacer que el vapuleado fiscal se redima y gane a los puntos al malo, que le dé una lección final, siendo más humano pero, sobre todo "más listo que él", por una pero definitiva ocasión, no sólo es incoherente con el planteamiento de la historia, sino además cabreante. Esa resolución puede ser imposición comercial; en Hollywood otra solución igual se hubiera pagado cara... al precio de no hacer la película... pero cambia la perspectiva sobre los personajes de tal manera que uno no puede dejar de pensar que le han tomado el pelo.