Gran película que describe perfectamente la famosa frase. " La información es poder" y que el mundo de la televisión sabe manejar a la perfección única y exclusivamente a costa de manipularla y distorsionarla para su propio beneficio, sin importarle moralmente sus consecuencias. Todo lo que produzca audiencia es bienvenida, jugando vilmente con los sentimientos y conciencias de los espectadores en un mundo cada vez más pendiente de la televisión hasta convertirlos en esperpentos de esta caja tonta.
Invita muy bien a reflexionar a través de sus monólogos soberbios que están muy vigentes hoy en día y que se pueden aplicar a la situación no solo de la televisión sino de la música, Internet...
La sátira utilizada para retratar a los empresarios me deja personalmente aterrorizado y con la piel de gallina, sobre todo al final del film.

En resumidas cuentas una gran película para ver si te gusta reflexionar sobre la sociedad y el mundo que vivimos. También es cierto que se hace más larga de lo deseado y por esas cosas que le sobran que no aportan nada y solo aborrecen, le bajo la nota.