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España España · Las Palmas
Voto de Oscar:
9
Comedia. Romance Sean Thornton (John Wayne), un boxeador norteamericano, regresa a su Irlanda natal para recuperar su granja y olvidar su pasado. Nada más llegar se enamora de Mary Kate Danaher (Maureen O'Hara), una chica muy temperamental, aunque para conseguirla deberá luchar contra las costumbres locales, como el pago de la dote, y, además, contra la oposición del hermano de su prometida (Victor McLaglen). (FILMAFFINITY)
8 de septiembre de 2007
11 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante una de las mejores películas del maestro Ford, considerada una obra maestra y de culto. Ford se aleja aquí del wenster y hace una película íntima y personal, una historia de su Irlanda. Ford rueda aquí su mejor historia de amor, su particular versión de este.

Es una película que pertenece al género de las irrepetibles. Es una película divertida, hermosa, tranquila, que produce una alegría y una jovialidad enorme, y todo a pesar de que arrastra mucha melancolía. Es la historia de alguien que encuentra su hogar, de alguien que después de mucho andar por la vida encuentra su sitio. Es la historia de un amor, la historia de recuperar algo.

Ford afirmó que este era uno de sus guiones más trabajados y elaborados. Los personajes están maravillosamente dirigidos, y también es una película muy rica en personajes secundarios. Lo que más llama la atención es que cada personaje tiene un mundo detrás, con cada uno de los personajes y sus historias se podrían hacer distintas películas.

Es una película donde está todo su mundo, su manera de entender la vida, una película que es comedia negra, épica, romántica, donde hay peleas, humor... Esta todo John Ford en ella. Una película en la que asistimos a una de las más grandes y mejores peleas del cine. Pero sobre todo una película llena de romanticismo, llena de enormes declaraciones de amor. Hay una escena que es cuando salen de la capilla y Wayne le ofrece el agua bendita en su propia mano, y ella roza sus dedos y la acepta, ese es uno de esos momentos inolvidables en el cine y en la vida.

También destacar la fotografía que es maravillosa y la música que es francamente inolvidable. En definitiva estamos ante una obra maestra, y todo lo que se diga nunca llegará verdaderamente a definirla. Pero lo cierto es que es una de esas películas especiales, que en alguna circunstancia de la vida nos alegran el día, o la noche y nos producen esa sensación de tranquilidad, de alegría, de pasión por la vida... y por el cine.
Oscar
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