Es una de las mejores películas de terror, una película que sin recurrir a grandes efectos especiales, consigue transmitir al espectador esa sensación de miedo y de angustia. Una película que tiene el sabor a las historias de Allan Poe y de los grandes clásicos del género. Hay que destacar el debut de la jovencísima Jaime Lee Curtis y la interpretación de la gran actriz Janet Leigh. Destacar por supuesto la dirección de Jhon Carpenter, que pocas veces defrauda en este género de terror y también la banda sonora que acompaña perfectamente a la historia. Es una película que atrapa al espectador y que parece envolverlo en la espesidad misteriosa de la niebla, si no lo creen solo tiene que verla y, ya veran...