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España España · Las Palmas
Voto de Oscar:
10
Drama Adaptación de la novela homónima de Harper Lee. En la época de la Gran Depresión, en una población sureña, Atticus Finch (Gregory Peck) es un abogado que defiende a un hombre negro acusado de haber violado a una mujer blanca. Aunque la inocencia del hombre resulta evidente, el veredicto del jurado es tan previsible que ningún abogado aceptaría el caso, excepto Atticus Finch, el ciudadano más respetable de la ciudad. Su compasiva y ... [+]
8 de septiembre de 2007
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante una película cumbre en la historia del cine, una película de culto, y con unos personajes de culto. Si la historia del cine nos ha dado a un personaje de culto ese es Aticus Finch, un personaje verdaderamente imperecedero.

Es una película llena de emoción desde el principio al final, que reflexiona sobre la justicia, la caridad, las personas, la paternidad... Es una película sobre la paternidad, en el personaje de Aticus hay todo un ejemplo de lo que es un padre, un hombre bueno, limpio, bondadoso, alguien que derrocha civilización.
Se habla también de la dignidad, de la humildad, sobre las relaciones entre los padres y los hijos.

No hay que olvidar que la película se basa en una magistral novela de Harper Lee, sinceramente una de las mejores que yo he leído y en la mejor época. Fue la única novela que escribió su autora y por la que ganó el premio puzciler. Podemos decir que el guión de esta película es todo un resumen de la novela, pero sin embargo la película no es esclava de la novela, sino que está llena de inventivas. Como por ejemplo esa magistral escena, una de las mejores de toda la película, cuando los niños están en la cama para dormirse y se hacen preguntas sobre su madre, al tiempo que la cámara se aleja por la ventana y vemos a Aticus sentado en el porche, escuchando a sus hijos. Esto es propio de la película, y es maravilloso. Ese rostro de Aticus que expresa soledad, el rostro de alguien que echa de menos, que aunque tiene a sus hijos, siente que una gran parte de su vida se le ha ido.

Hay que destacar la dirección. Robert Mulligan trató con respeto y admiración lo que tenía en sus manos; una novela extraordinaria, unos actores portentosos y un buen guión. Y todo esto lo dirige desde una modestia admirable.

Por supuesto hay que destacar a Gregory Peck, en este, sin ningún género de dudas, el mejor papel de su filmografía. Fue gracias a esta interpretación por la que ganó un oscar, y teniendo además unos competidores muy difíciles. Pero es que francamente dio una lección de interpretación. También hay que señalar a Robert Duvel, que su corta aparición tiene una presencia tan llamativa.

También se llevó un oscar la decocción, y es que francamente la ambientación está tan conseguida, tan familiar, tan entrañable. Cuando la decoración es capaz de recrear el aroma de toda una época, eso es una obra de arte.

Y por último destacar la música de Elmer Brestein, entra dentro de esa lista de las mejores y más hermosas partituras que se han escrito para el cine. La banda sonora es la poesía hecha música.

Todo esto es lo que hace que esta película sea una obra maestra; el guión, los actores, los diálogos, los decorados, la música... Hacen que este canto del ruiseñor sea eterno, y que siempre va a más... Es el canto de la vida, es el canto del ruiseñor.
Oscar
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