Estamos ante una comedia-reflexiva muy buena y muy conseguida. Es toda una reflexión del tiempo y del egoísmo del hombre. Es una película fundamentalmente divertida y que logra entretener de principio a fin.

Hay que destacar la originalidad del guión y la fluidez narrativa. Ofrece una visión del tiempo bastante interesante; el tiempo como ese espacio privilegiado y único para hacer el bien a los demás, a esas personas que tenemos al lado, a esas personas con las que nos encontramos en una jornada cualquiera. Y frente a esta visión está la del egoísta protagonista que ve el tiempo como ese espacio para el trabajo como una simple satisfacción personal, para la infravaloración de los demás...

Es una película que pertenece a ese maravilloso género de los viajes y alteraciones en el tiempo, tipo; “Regreso al futuro” “Peggy Sue se casó” “Qué bello es vivir”... En este caso esta es una alteración en el tiempo como una llamada de atención a ser mejor persona, para hacerle caer en la cuenta que la autentica realización personal en hacer feliz al otro.

Destacar la interpretación de Bill Murray y Andie McDowell que yo creo que está soberbio, y que sabe transmitir en algunas escenas sentimientos de tensión, desesperación y alegría. Es también de destacar la banda sonora, perfecta analogía es esa de la polca del “día de la marmota” con la cara de desesperación del protagonista llegando a la plaza. En definitiva es una película divertida y entretenida, y en la que encima, aprendemos un poco a ser mejores personas.