La deliciosa muchachita de Amelie se hizo un poco mayor y entabló una lucha feroz contra el destino. Esta es la película que la hace madurar, amar, dar vuelta una historia con promesas destructivas y alcanzar lo más alto...

... y todo de la mano del gran Jeunet: vaya tipo. Después de resucitar al Alien y dejar al mundo con la boca abierta sin poder dejar de mirar y pensar en Amelie, crea esta joya en la que aúna el cine bélico con el melodrama sentimental en un alarde de romanticismo.

Hay gran reparto alrededor de Audrey Tautou en el que destacan el admirable André Dussolier y una gratísima sorpresa que ni se anuncia en el cartel: Jodie Foster en breve colaboración: estupendo personaje metido en situaciones de intensa sexualidad, algo en lo que nunca le vimos a esta brillante actriz.

La banda sonora es fantástica. Toda la película es una extraordinaria historia de amor en medio de dificilísimas situaciones. Reconcilia con la vida, con la esperanza, con el propio sentido del amor.

Cuerpo y alma para una obsesión amorosa... compartida, porque aunque sólo la vemos a ella siguiendo su camino, a él lo dejamos en un momento en que confía tanto en su reencuentro que se dice a sí mismo y a los demás que volverá a estar con ella después de muerto. Algo que no se producirá, o sí, no sabemos a dónde será capaz de llegar Jeunet en su odisea, esta aventura fabulosa de una joven coja hacia el único ser que ha amado en su joven vida.

La aventura de los sentimientos en el circense más difícil todavía encuentra en este poético envite una narración visual admirable... una trepidante aventura en la que mientras los hombres se matan arrastrados por decisiones social y políticamente autoritarias, una mujer lucha por reconquistar su amor con el empuje de un adulto y el vigor de una niña que no sabe de límites. Ahí es nada.

Después de esta última "Amelie" invito a ver la madurez fascinante de esta actriz en un personaje muy distinto: Negocios ocultos, obra maestra de S. Frears.