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Voto de dupchitsaonfire:
15.056
Drama. Comedia. Fantástico
En la imponente Nueva York, Jack Lucas (Jeff Bridges), un famoso locutor de radio caído en desgracia, y Parry (Robin Williams), un enajenado profesor de historia, emprenden la búsqueda del Santo Grial. (FILMAFFINITY)
8 de febrero de 2014
0 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como premisa, por si no sabes a lo que te enfrentas: Terry Gilliam está zumbado, tiene momentos de brillantez, sí, pero a mí siempre me deja la misma sensación de "este tío se masturba mientras caga".
La película muy bien, muy rica. El personaje de Jeff Bridges es una joya, los veinte primeros minutos de cinta son gloria bendita. Pero enseguida salen a relucir viejas manías. Camaras que pasan de la cuerda floja al trapecio, que suben, que bailan y venga primeros planos, qué desasiego, qué desconcierto, siento las paredes de la psique de Jack aplastándome a mí también.
Anda y cómete un bífidus cabrón.
A Gilliam le gustan los locos, le gustan mucho los locos y guay porque los locos son entreninidos, que todos nos sentimos un poco locos, que a lo loco se vive mejor y todo lo que tú quieras.
Malograr una película así es un pecado. Sobre todo porque la película va de malograrse, de la redención, del castigo y de la culpa. Que los locos no están locos porque estar loco mole.
La peli va de Jack, un apuesto locutor de radio con alma de crítico de Filmaffinity que está por encima del bien y del mal. Es un triunfador. Piensa nombres para su futura autobiografía y tienes tres pedazos de teles de 27" en su salón (welcome back to the nineties).
Una mofa sin importancia a uno de sus oyentes desencadena la catastrofe y todo se va por el retrete.
(sigo en el spoiler, porque hay spoilers y eso)
La película muy bien, muy rica. El personaje de Jeff Bridges es una joya, los veinte primeros minutos de cinta son gloria bendita. Pero enseguida salen a relucir viejas manías. Camaras que pasan de la cuerda floja al trapecio, que suben, que bailan y venga primeros planos, qué desasiego, qué desconcierto, siento las paredes de la psique de Jack aplastándome a mí también.
Anda y cómete un bífidus cabrón.
A Gilliam le gustan los locos, le gustan mucho los locos y guay porque los locos son entreninidos, que todos nos sentimos un poco locos, que a lo loco se vive mejor y todo lo que tú quieras.
Malograr una película así es un pecado. Sobre todo porque la película va de malograrse, de la redención, del castigo y de la culpa. Que los locos no están locos porque estar loco mole.
La peli va de Jack, un apuesto locutor de radio con alma de crítico de Filmaffinity que está por encima del bien y del mal. Es un triunfador. Piensa nombres para su futura autobiografía y tienes tres pedazos de teles de 27" en su salón (welcome back to the nineties).
Una mofa sin importancia a uno de sus oyentes desencadena la catastrofe y todo se va por el retrete.
(sigo en el spoiler, porque hay spoilers y eso)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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