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España España · Madrid
Voto de Deckard:
8
Drama Ambientada en una isla remota frente a la costa oeste de Irlanda en 1923, narra la historia de dos amigos de toda la vida, Pádraic y Colm, quienes se encuentran en un callejón sin salida cuando Colm pone fin a su amistad de un modo abrupto. Un Pádraic atónito, con la única comprensión de su hermana Siobhán y del simple Dominic, se esfuerza por reconstruir la relación, negándose a aceptar las negativas de su amigo de siempre. Cuando Colm ... [+]
9 de marzo de 2023
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Martin McDonagh ha puesto la dirección, parte de la producción y el guion de “Almas en pena de Inishering”, obteniendo nominaciones a los Oscar por ellas (incluyendo mejor película), además de las de actor principal, (dos) actores de reparto, actriz de reparto, montaje y banda sonora Nueve. Se echa incluso de menos una nominación a la mejor fotografía.

McDonagh es británico de padres irlandeses, tiene también nacionalidad irlandesa, y seguramente visitó cuando era niño la isla de Inishmore, en la costa oeste irlandesa, cerca de Galway, cuyos acantilados se muestran en el film, aunque fue rodado principalmente en la isla de Achill. La fotografía capta las rocas y grises acantilados, el azul del mar y los variados tonos de las verdes praderas (recuerda ese cuadro de El Greco de ‘vista de Toledo’).

El guion, aparentemente sencillo, aunque sólido y rompiente como un acantilado, describe el distanciamiento abrupto entre dos amigos de siempre de la población rural de la isla (Inisherin), uno Padraic (Colin Farrell) y el otro, Colm (Brendan Gleeson), quien decide terminar un día con la amistad. La historia transcurre entre los meses de marzo y abril de 1923, con una Irlanda recién independizada de Gran Bretaña (1922), mientras se libraba la guerra por la independencia de Irlanda del Norte que, con el apoyo militar de los británicos, lo logró, como todos sabemos. Este hecho se refleja en la película cuando Colm llega a decir “parece que la guerra llega a su fin” (terminó en mayo de 1923), aunque era imposible oír disparos y cañonazos a tanta distancia.

El personaje principal es Padraic, un granjero tranquilo, que vive en la casa (familiar) con su hermana Siobhan (Kerry Condon) a quien parece escapársele la edad de casarse, es culta y busca irse del pequeño mundo sin hacer daño a su hermano. Colm es algo mayor que Padraic, vive en una sencilla y hermosa casa en lo alto de la playa, y le gusta componer música tradicional con su violín aunque no recuerde bien cuál fue el siglo de Mozart. Otro amigo con quien Padraic charla, aparentemente algo retrasado (pero no tanto), es el joven problemático y algo cohibido Dominic (Barry Keoghan) quien se siente atraído por Siobhan (mayor que él) y cuyo padre es el bruto policía del lugar.

Como no puede ser de otra manera en Irlanda y más en una isla, los dos -antes- íntimos amigos (Padraic y Colm) solían quedar en el pub, centro social único para hombres, y también mujeres, donde ambos se veían siempre a partir de las 2:00 pm cada día para tomarse pintas de cerveza (negra), y en ocasiones también güisqui (whisky). Ante la pertinaz determinación de Colm de no hablar más con Padraic, éste primero pensará que es una broma, pero luego irá comprendiendo la profundidad y determinación de la decisión de Colm, decidido a olvidarle y componer una canción.

El guion va describiendo las relaciones entre los personajes y el resto del pueblo, incluida una vieja mujer con un largo palo como una guadaña, mientras la música y la fotografía nos trasladan a ese entorno pastoral, donde los animales son tratados con tanto cariño que incluso Padraic los deja estar en casa, con la queja de su hermana Siobhan. Padraic va entendiendo haber perdido a su amigo Colm, aunque siga sin saber por qué y, en su intento por recuperarlo, los graciosos diálogos de comedia van dando paso paulatinamente al drama en ciernes.

No tenía puestas muchas esperanzas en ver a un Farrell recuperado de adiciones, pero el guion me fue atrapando, simpático y tópico al principio, luego teatralizando cada vez más la tozudez y la indomable (o contumaz) razón irlandesas, donde el tiempo y la realidad ponen a todos en su lugar. McDonagh es conocido por su violencia en trabajos (teatrales) previos, pero aquí ha escrito una historia con cierta sutileza, no exenta de algunas exageraciones, pero que resulta bella, agradable, comprensible, en ocasiones violenta, pero siempre con una cierta justificación para almas en pena. Y es que no debemos confundir lo que es amistad o cariño, con una relación de dependencia enfermiza. (Recuerden aquella canción de Sting en su primer álbum en solitario: “If You Love Somebody Set Them Free”).

Los actores y actrices, todos, hacen interpretaciones memorables, ahí están las nominaciones, destacando la irlandesa Kerry Condon en el papel de la hermana Siobhan. Colin Farrell está francamente bien, en un papel que se ajusta bastante a sus capacidades y Brendan Gleeson, en el indolente Colm, hace dudar de quién es el actor y quién el personaje.

Una gran película a la que hay que ponerle un solo pero: no es posible que en la costa irlandesa en los meses de primavera no se vea llover ni una sola vez. Todo un monumento al turismo irlandés, Sr. McDonagh.
Deckard
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