Un filme desgarrador y cruel, justo como la historia que narra. Realmente, un trabajo asombroso y cuidadosamente elaborado, capaz de representar de forma extraordinaria el horror y sufrimiento que impregnan los sucesos vividos por el protagonista. Los actores y personajes son ciertamente fascinantes, sin excepción, aportando una verosimilitud increíble al filme, igual que la narración, simple pero efectiva, perfecta para el guión -nada menos que de Oiver Stone-. Si a ello unimos una BSO magnífica de Girogio Mordorer nos exponemos a visualizar una obra magnífica.