Media votos
6,5
Votos
826
Críticas
27
Listas
11
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Sícoles:
8
6,3
1.703
Serie de TV. Animación. Acción. Fantástico. Aventuras
Serie de TV (2008-2009). 2 temporadas. 26 episodios. Se centra en la adolescencia de Peter Parker -a la edad de 16 años- y los orígenes de Spiderman. Es además la primera en la que Gwen Stacy aparece como un personaje habitual. (FILMAFFINITY)
28 de febrero de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para mí, la representación audiovisual más acertada —junto al videojuego para PS4— que se haya hecho de los cómics del personaje. Quizá debería ver la serie de animación de los 90 antes de afirmarlo, pero pienso que esta adaptación es, por lo menos, mejor que cualquiera de las películas. No niego que mi opinión es algo parcial, dada mi experiencia con la serie, que es la siguiente:
— Primer visionado: no recuerdo exactamente cuándo fue, pero veía El espectacular Spider-Man de pequeño en la televisión. Por este motivo, es posible que la nostalgia ablande mi juicio. De todas formas, esa sensación al final de cada capítulo de quedarte con ganas de más ha permanecido intacta. Entonces tenía que conformarme con los episodios que emitían y odiaba no poder verlos en orden.
— Segundo visionado: 2018. Este año tuve una especie de fiebre arácnida. Pude revisitar la serie y, para mi sorpresa, me pareció considerablemente mejor de lo que recordaba. En líneas generales la disfruté mucho; advertí, eso sí, que técnicamente era algo floja.
— Tercer visionado: 2021. Recientemente ha llegado a Netflix y he aprovechado para verla una vez más. Me sigue encantando, por supuesto, aunque también me he dado cuenta de algunos defectos.
La he visto siempre en castellano y volvería a hacerlo. El doblaje —que tanto le gusta criticar a la gente— es excelente. No se me borra de la cabeza la voz en off de Peter.
El mayor logro de El espectacular Spider-Man es el tratamiento de sus personajes. Normalmente, la serie gira en torno al protagonista y las relaciones que mantiene con los demás. Es un Peter Parker con las características de siempre: inteligente, acosado en el instituto, inseguro con las chicas, etc. Como Spider-Man también suelta los típicos chistes. Si hay algo que lo destaca entre las demás representaciones del personaje, son las constantes decisiones morales que toma a lo largo de la serie, decisiones que lo suelen perjudicar de algún modo. Esta faceta se aprecia por primera vez al final del capítulo 3, el primer gran episodio de la serie.¹
Los secundarios están muy bien, principalmente porque la mayoría de ellos evoluciona. Es difícil de creer, pero incluso Flash Thompson, el matón de turno, cuenta con un arco interesante. En este sentido, a Spider-Man le viene genial el formato serie, ya que dedican tiempo a personajes que en las películas son prácticamente decorativos. Hay personajes menores, pero también estos sorprenden de vez en cuando. Un ejemplo es George Stacy, que puede pasar inadvertido y, sin embargo, es un personaje único por una curiosa característica.² Exceptuando a los villanos, de los que hablaré más adelante, me quedo con Gwen, Flash, Tía May y ciertos momentos de J. J. Jameson en que me partí la caja.
Hay tramas románticas con varios de los personajes femeninos. Antes esto me agradaba mucho, pero en este último visionado me he dado cuenta de que está mal. Sencillamente está mal. Situaciones superforzadas y clichés por todas partes, particularmente la «interrupción en momento clave», que se repite hasta el infinito y acaba resultando muy cansina. Dicho esto, la escena final de la primera temporada es fantástica.
Los villanos son muchos y elevan la serie. Además, los clásicos y más reconocibles de Spidey; casi todos aparecen en las películas del personaje. Algunos intervienen en capítulos aislados y otros se desarrollan poco a poco. Nombro los más relevantes en el spoiler.
Las escenas de acción son geniales. En los combates de Spider-Man contra los diferentes villanos la animación luce muy bien, y los golpes, los movimientos, las explosiones, son puro cómic. Se nota que el presupuesto —que era poco— se invirtió mayoritariamente en estas escenas. Los momentos cotidianos de la serie son bastante más cutres; a veces choca la poca naturalidad en los movimientos de los personajes.
Abundan las referencias visuales a la saga de Raimi y a los cómics. Incluso he visto un vídeo que muestra varias escenas de las películas de Marc Webb inspiradas en El espectacular Spider-Man. Otro aspecto positivo que destacar es la música, tanto la que suena durante la serie como el tema de los créditos iniciales, increíblemente pegadizo.
Como ya han comentado en otras críticas, la serie fue cancelada y solo se emitieron dos temporadas. Básicamente, Disney adquirió los derechos televisivos de Spider-Man cuando ya se estaba preparando una tercera temporada, que prometía nuevos villanos y tramas además de, por supuesto, la resolución del cliffhanger con que termina la segunda temporada. Disney pudo haber continuado con el equipo de Sony pero, para disgusto de muchos, decidió cancelarla para producir una serie propia —Ultimate Spider-Man (2012)— y el proyecto de la tercera temporada quedó en nada.
— Primer visionado: no recuerdo exactamente cuándo fue, pero veía El espectacular Spider-Man de pequeño en la televisión. Por este motivo, es posible que la nostalgia ablande mi juicio. De todas formas, esa sensación al final de cada capítulo de quedarte con ganas de más ha permanecido intacta. Entonces tenía que conformarme con los episodios que emitían y odiaba no poder verlos en orden.
— Segundo visionado: 2018. Este año tuve una especie de fiebre arácnida. Pude revisitar la serie y, para mi sorpresa, me pareció considerablemente mejor de lo que recordaba. En líneas generales la disfruté mucho; advertí, eso sí, que técnicamente era algo floja.
— Tercer visionado: 2021. Recientemente ha llegado a Netflix y he aprovechado para verla una vez más. Me sigue encantando, por supuesto, aunque también me he dado cuenta de algunos defectos.
La he visto siempre en castellano y volvería a hacerlo. El doblaje —que tanto le gusta criticar a la gente— es excelente. No se me borra de la cabeza la voz en off de Peter.
El mayor logro de El espectacular Spider-Man es el tratamiento de sus personajes. Normalmente, la serie gira en torno al protagonista y las relaciones que mantiene con los demás. Es un Peter Parker con las características de siempre: inteligente, acosado en el instituto, inseguro con las chicas, etc. Como Spider-Man también suelta los típicos chistes. Si hay algo que lo destaca entre las demás representaciones del personaje, son las constantes decisiones morales que toma a lo largo de la serie, decisiones que lo suelen perjudicar de algún modo. Esta faceta se aprecia por primera vez al final del capítulo 3, el primer gran episodio de la serie.¹
Los secundarios están muy bien, principalmente porque la mayoría de ellos evoluciona. Es difícil de creer, pero incluso Flash Thompson, el matón de turno, cuenta con un arco interesante. En este sentido, a Spider-Man le viene genial el formato serie, ya que dedican tiempo a personajes que en las películas son prácticamente decorativos. Hay personajes menores, pero también estos sorprenden de vez en cuando. Un ejemplo es George Stacy, que puede pasar inadvertido y, sin embargo, es un personaje único por una curiosa característica.² Exceptuando a los villanos, de los que hablaré más adelante, me quedo con Gwen, Flash, Tía May y ciertos momentos de J. J. Jameson en que me partí la caja.
Hay tramas románticas con varios de los personajes femeninos. Antes esto me agradaba mucho, pero en este último visionado me he dado cuenta de que está mal. Sencillamente está mal. Situaciones superforzadas y clichés por todas partes, particularmente la «interrupción en momento clave», que se repite hasta el infinito y acaba resultando muy cansina. Dicho esto, la escena final de la primera temporada es fantástica.
Los villanos son muchos y elevan la serie. Además, los clásicos y más reconocibles de Spidey; casi todos aparecen en las películas del personaje. Algunos intervienen en capítulos aislados y otros se desarrollan poco a poco. Nombro los más relevantes en el spoiler.
Las escenas de acción son geniales. En los combates de Spider-Man contra los diferentes villanos la animación luce muy bien, y los golpes, los movimientos, las explosiones, son puro cómic. Se nota que el presupuesto —que era poco— se invirtió mayoritariamente en estas escenas. Los momentos cotidianos de la serie son bastante más cutres; a veces choca la poca naturalidad en los movimientos de los personajes.
Abundan las referencias visuales a la saga de Raimi y a los cómics. Incluso he visto un vídeo que muestra varias escenas de las películas de Marc Webb inspiradas en El espectacular Spider-Man. Otro aspecto positivo que destacar es la música, tanto la que suena durante la serie como el tema de los créditos iniciales, increíblemente pegadizo.
Como ya han comentado en otras críticas, la serie fue cancelada y solo se emitieron dos temporadas. Básicamente, Disney adquirió los derechos televisivos de Spider-Man cuando ya se estaba preparando una tercera temporada, que prometía nuevos villanos y tramas además de, por supuesto, la resolución del cliffhanger con que termina la segunda temporada. Disney pudo haber continuado con el equipo de Sony pero, para disgusto de muchos, decidió cancelarla para producir una serie propia —Ultimate Spider-Man (2012)— y el proyecto de la tercera temporada quedó en nada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
1. El episodio 3 es «Selección natural»: en él Spider-Man se enfrenta a Curt Connors convertido en Lagarto. Al final del capítulo, Peter, tras ser despedido y repudiado por sus amigos, está en su habitación a punto de tomarse el limpiador genético, que eliminaría sus características arácnidas, y piensa: «Es la decisión más fácil de mi vida». Vemos un plano subjetivo en el que el protagonista inclina el tubo de ensayo para bebérselo. Su mano se detiene y baja despacio, dejando a la vista una fotografía de él y su tío. La mira de cerca y escuchamos: «Si no fuera porque les he salvado. […] ¿Qué importa que nadie te haya organizado un homenaje? Spider-Man se queda, porque le necesitan. Al menos por ahora». Y el episodio termina con un primerísimo primer plano brutal del superhéroe que gira, se aleja y lo muestra vigilando la ciudad. Soberbio.
2. Él es el único que conoce la identidad del héroe.
Lagarto es uno de tantos villanos a los que dieron una cierta evolución. Es verdad que algunos sirven de mero recurso cómico, como es el caso de Rhino. No obstante, otros cuentan con un desarrollo sorprendente. Hombre de Arena incluso llega a redimirse.
De los enfrentamientos con estos villanos surgieron las tramas más brillantes de la serie. En mi opinión, construyeron muy bien las siguientes: el misterio de la identidad del Duende Verde, resuelto en «Cae el telón», el último capítulo; la amistad-enemistad entre Eddie Brock y Peter, sobre todo cómo se va generando el odio en el primero; y el crimen organizado por el Gran Jefe, su figura oculta en los primeros episodios y la creación de los diferentes villanos con la ayuda de Otto Octavius, posteriormente convertido él mismo en uno de ellos.
Numerosos capítulos memorables. A nivel de acción, es probable que el mejor sea «Terapia de grupo», en el que Spider-Man, poseído por el simbionte, vence a los Seis Siniestros. «Catalizador» es otro de mis preferidos: empieza mostrando el exterior del edificio de Tombstone, cuyos colores, verde y morado, ya anticipan el villano que se va a presentar. El episodio cuenta el primer enfrentamiento de la serie con el Duende Verde y, al mismo tiempo, el baile en el instituto, todo un clásico del Hombre-Araña y de tantas obras estadounidenses sobre adolescentes.
Aunque el Duende es el villano más importante de la serie, creo que mi parte favorita es la del simbionte, particularmente el penúltimo capítulo de la primera temporada, «Intervención». Desde mi punto de vista, los guionistas fueron muy inteligentes saltándose el origen del superhéroe para introducirlo en este momento, cuando Peter necesita liberarse del alienígena. La historia es prácticamente un calco de la de la película de 2002, pero funciona especialmente bien aquí. Me encanta la intervención de Tío Ben y esa batalla psicológica, casi onírica, contra el simbionte. Y me encantan esos montajes en blanco y negro, con imágenes anteriores de la serie a modo de recuerdos. Esta parte podrá ser efectista o cursi, pero se lo perdono porque pienso que recoge magistralmente la esencia del personaje.
2. Él es el único que conoce la identidad del héroe.
Lagarto es uno de tantos villanos a los que dieron una cierta evolución. Es verdad que algunos sirven de mero recurso cómico, como es el caso de Rhino. No obstante, otros cuentan con un desarrollo sorprendente. Hombre de Arena incluso llega a redimirse.
De los enfrentamientos con estos villanos surgieron las tramas más brillantes de la serie. En mi opinión, construyeron muy bien las siguientes: el misterio de la identidad del Duende Verde, resuelto en «Cae el telón», el último capítulo; la amistad-enemistad entre Eddie Brock y Peter, sobre todo cómo se va generando el odio en el primero; y el crimen organizado por el Gran Jefe, su figura oculta en los primeros episodios y la creación de los diferentes villanos con la ayuda de Otto Octavius, posteriormente convertido él mismo en uno de ellos.
Numerosos capítulos memorables. A nivel de acción, es probable que el mejor sea «Terapia de grupo», en el que Spider-Man, poseído por el simbionte, vence a los Seis Siniestros. «Catalizador» es otro de mis preferidos: empieza mostrando el exterior del edificio de Tombstone, cuyos colores, verde y morado, ya anticipan el villano que se va a presentar. El episodio cuenta el primer enfrentamiento de la serie con el Duende Verde y, al mismo tiempo, el baile en el instituto, todo un clásico del Hombre-Araña y de tantas obras estadounidenses sobre adolescentes.
Aunque el Duende es el villano más importante de la serie, creo que mi parte favorita es la del simbionte, particularmente el penúltimo capítulo de la primera temporada, «Intervención». Desde mi punto de vista, los guionistas fueron muy inteligentes saltándose el origen del superhéroe para introducirlo en este momento, cuando Peter necesita liberarse del alienígena. La historia es prácticamente un calco de la de la película de 2002, pero funciona especialmente bien aquí. Me encanta la intervención de Tío Ben y esa batalla psicológica, casi onírica, contra el simbionte. Y me encantan esos montajes en blanco y negro, con imágenes anteriores de la serie a modo de recuerdos. Esta parte podrá ser efectista o cursi, pero se lo perdono porque pienso que recoge magistralmente la esencia del personaje.