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España España · Madrid-Sevilla
Voto de José Tomé:
4
Drama Estados Unidos, años 50. Jack (Hunter McCracken) es un niño que vive con sus hermanos y sus padres. Mientras que su madre (Jessica Chastain) encarna el amor y la ternura, su padre (Brad Pitt) representa la severidad, pues la cree necesaria para enseñarle al niño a enfrentarse a un mundo hostil. Ese proceso de formación se extiende desde la niñez hasta la edad adulta. Es entonces cuando Jack (Sean Penn) evoca los momentos trascendentes ... [+]
31 de agosto de 2012
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Una absoluta languidez sonora reina en El Árbol de la Vida (The Tree of Life)

The Tree of Life se sumerge en la búsqueda de la identidad humana con una visión católica y panteísta, algo habitual en la obra de Malick. Esta fusión espiritual agrupa al universo, a la naturaleza y a Dios bajo la misma idea. Es interesante apuntar que, a mediados del siglo XX, muchos católicos norteamericanos desembocaron en esta creencia al sufrir una fuerte exposición a las corrientes espirituales del New Age. Esta visión está tan unida al concepto creativo de Malick que amordaza toda libre actuación y lectura del film. Una pesada carga que se puede notar en demasía en este diseño de sonido que adolece de una escasa creación original y una limitada paleta sonora anclada en la realidad acústica natural. Esto se hace patente con la continua repetición de motivos sonoros como el agua que brota de la manguera, el mar o la campana, todos ellos con significados fuertemente ligados con el catolicismo.
Una vez más Malick abusa de las susurradas voces en off (Voice-over) que a modo de sermón verbalizan un continuo discurso literario sobre la vida y la muerte. Este uso de la voz necesita mucha energía por parte del espectador ya que reclama atención absoluta. El resultado que se obtiene al permanecer durante largo tiempo bajo esta gran diversidad de Off’s es la extenuación del sentido auditivo, y con ello, la perdida de atención del espectador. Este problema no es nada nuevo ya que en Dune (1984) de David Lynch también se pagó un alto precio por ello.
Es triste comprobar como en The Tree of Life existe un exceso de música que monopoliza el espacio sonoro confirmándonos que su diseño de sonido no está a la altura del resto de departamentos. Donde más se evidencia es el bloque del origen del universo en el que se da exclusividad acústica a la magnífica pieza Lacrimosa perteneciente al Requiem for My Friend de Zbigniew Preisner. No se puede negar que este momento es de gran belleza pero articulado de una manera clásica y sin riesgo, que incluso no duda en hacer coincidir el clímax musical de la pieza con la máxima incandescencia lumínica de la “nebulosa”. Puede que el motivo de la inclusión de esta pieza y su total supremacía sea un guiño al maestro Krzysztof Kieślowski el cual en su serie de diez películas “El Decálogo” trata las mismas preocupaciones que Malick sobre la existencia humana ante Dios, la fe, la esperanza y la ética cristiana.
Sería fácil pensar que el diseño de sonido de este film es así por motivos de sutileza, esto es un error, ya que las voces nos martillean sin escrúpulo y además no existen ningún juego entre voz en off, sonido directo, efectos y ambientes que nos indique esta búsqueda. Por lo tanto el conjunto que escuchamos no es sutil, simplemente permanece bajo de intensidad. Tal vez se podría decir que esta pensado para no sobrecargar al espectador, el cual, permanece hipnotizado por el poderoso contenido poético de la imágenes y su ágil montaje visual. Este sobreesfuerzo en el espectador solo se da si el diseño de sonido se deja en manos de alguien inexperto o con un burdo uso del lenguaje sonoro. Este no es el caso.
Saliendome del análisis sonoro del film, considero que la parte más interesante del guión es la compleja lucha contra los deseos incestuosos por los que pasa el joven Jack (Hunter McCracken). Como espectador este sentimiento es comprensible al ser Jessica Chastain el objeto de deseo. Su personaje hace gala de una elegante dulzura a medio camino entre la personificación mariana y la tímida belleza femenina, pero totalmente ausente de sentimiento maternal y delicadamente sexualizada.
Sobre el guión decir que he de estar en desacuerdo con las críticas que describen a este film como “no es una película para todos los públicos ya que es compleja y a la gente le gusta que le den todo mascado”. Este razonamiento autocomplaciente no puede justificar tal despropósito argumental ya que su escasa trama se podría solucionar en 15 minutos de metraje y en vez de 139 minutos.
“En definitiva, El árbol de la vida es una película muy recomendable a católicos y estetas visuales de bajos vuelos sonoros que se conforman con el acompañamiento de un soundtrack al más puro etilo videoclip”
http://efectofundador.wordpress.com/
José Tomé
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