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9
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Drama. Romance
Japón, mediados del siglo XIX. Seibei Iguchi es un samurái de bajo rango que trabaja como burócrata. Viudo, vive con sus dos hijas, a las que adora, y con una madre ya senil, por lo que se ve obligado a hacer otros trabajos para poder sacarlas adelante. Una nueva oportunidad se presenta en su vida cuando se entera de que Tomoe, su amor de siempre, se ha divorciado de su cruel marido. Sin embargo, el rígido código de honor de los ... [+]
10 de diciembre de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una ilustrativa recreación de época (1864...) en una obra desmitificadora que supone un crepuscular rayo de Luz del cine de samurais. Tan brillante como el fulgor infantil de esa Heidi de carne y hueso, que es la hija menor del protagonista, y te hace sonreir con cada gesto. Así de exquisita, dulce y sincera.
Una gran historia de Amor de un hombre con la honestidad guiando sus pasos, en una interpretación prodigiosa de Hiroyuki Sanada, el viudo, el hijo, el padre, el amigo, el artesano y el labrador, el pobre samurai pobre.
La aceptación del dolor tras la pérdida, y la certeza de no haber cumplido sus anhelos marca su apego a la tristeza, mientras que su familia y su rectitud y humildad le muestran el sendero de la felicidad.
Yôji Yamada demuestra su talento y su capacidad, y las más de dos horas de metraje pasan volando.
Hay pocas pero perfectas escenas de espada. La escena de la oferta irrechazable alcanza un dramatismo inigualable a no ser por la exquisita preparación para el combate: vestirse, peinarse y sincerarse.
Un homenaje de altura al gran cine clásico japonés sobre la época feudal.
Y otro homenaje a una película que nada tiene que ver (spoiler)
Una gran historia de Amor de un hombre con la honestidad guiando sus pasos, en una interpretación prodigiosa de Hiroyuki Sanada, el viudo, el hijo, el padre, el amigo, el artesano y el labrador, el pobre samurai pobre.
La aceptación del dolor tras la pérdida, y la certeza de no haber cumplido sus anhelos marca su apego a la tristeza, mientras que su familia y su rectitud y humildad le muestran el sendero de la felicidad.
Yôji Yamada demuestra su talento y su capacidad, y las más de dos horas de metraje pasan volando.
Hay pocas pero perfectas escenas de espada. La escena de la oferta irrechazable alcanza un dramatismo inigualable a no ser por la exquisita preparación para el combate: vestirse, peinarse y sincerarse.
Un homenaje de altura al gran cine clásico japonés sobre la época feudal.
Y otro homenaje a una película que nada tiene que ver (spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La escena de la lucha final de Sebei con el veterano jefe de la guardia, atrincherado en su casa, un nido de oscuridad y moscas, me parece un homenaje evidente a la escena del coronel Kurtz (Brando) y el capitán Willard (Martin Sheen). Por el preludio de interrogatorio personal, de diálogo filosófico, las excentricidades del viejo dinosaurio (aquí come las cenizas de su hija), la cara maquillada en tonos verdes, el juego de luces y sombras, el cuenco, el agua, y el acero.
Y por si fuera poco, esta frase:
"Eres chico de los recados que viene a cobrar la recompensa." Tasogare seibei
"Eres el chico de los recados que viene a cobrar la factura" Apocalipse now
Y por si fuera poco, esta frase:
"Eres chico de los recados que viene a cobrar la recompensa." Tasogare seibei
"Eres el chico de los recados que viene a cobrar la factura" Apocalipse now