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Voto de krasner:
3
Comedia Sacha Baron Cohen, el peculiar protagonista de "Ali G anda suelto", interpreta a Borat, un reportero de Kazajistán. Por orden de su gobierno, el periodista va a Estados Unidos para rodar un documental pedagógico, que debe recoger las mejores enseñanzas de los USA para que su país las aproveche. Pero el trabajo no será tan fácil como parece... (FILMAFFINITY)
18 de abril de 2011
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quizás si, quizas no, me refiero al título claro. Lo que está claro, bueno va, mejor empiezo desde el principio:

Corría el frío invierno de 2007 (o ¿fue caluroso?). Hacía tiempo que había oído hablar de Borat. La película rodada en forma de falso documental que contenía una crítica mordaz hacia la sociedad americana, hacia el integrismo islámico también. Todo eso, haciéndote reír al mismo tiempo. Una pasada, decía toda la crítica. La ensalzaban una y otra vez como el summun (no se escribir summun así que dejarme) de la crítica social en clave de humor políticamente incorrecto. Llevaba tiempo queriéndola ver, a pesar de que sin embargo, ningún conocido me la había recomendado, pero es que la pintaban tan bien... Intenté verla con mi novia de aquel entonces (bueno, en realidad la única que he tenido), pero ya la había hecho tragarse Ali G con soporíferos resultados para ella y no consentía volver a ver nada de Sacha. Yo intenté convencerla: "dicen que esta es mejor, es una crítica a la sociedad". No había forma. "joder", me decía para mí mismo, si Ali G estaba graciosa, una chorrada, pero graciosa, ¿como no le pudo gustar? y también me decía que Borat debía ser mucho mejor, combinando la parte graciosa de Ali G con un humor más satírico y crítico con el American Way of Life. Como mi novia no quería verla y a mi no me gusta ver películas solo, recurrí a mi mamá, a la que, cual cultureta, le dije que la película representaba una ácida crítica a los EEUU. Bien, empieza la película, mi madre se aburre, yo estoy a la espera de posibles puntazos e inteligentes dardos, pasan 20 minutos, mi madre dice que (no os lo perdáis, porque es buenísimo) ella no entiende de "esas cosas de política". 30 minutos de película, mi madre me quiere matar,, lo peor es que yo me estoy impacientando mucho, impacientando y aburriendo, en media hora apenas he esbozado una ligera sonrisa, solo UNA! y no exagero. 50 minutos de película: vuelvo a tener quince años, ¿porque me reí? ¿porque la película hace rejuvenecer? no, no, que coño, solo faltaría eso. Es simplemente porque me veo a mí mismo con la cabeza baja ante mi madre, sonrojado, teniendo que reconocer que la película es:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
krasner
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