He de reconocer, que todo lo que hace Clooney últimamente, tiene bastante calidad (quitando el patinazo de `El Americano´ ). La verdad que el punto de partida de la historia, tan fatídico, crea una falsa ilusión de dramón a primera vista en el que puedes pensar que Clooney va a actuar de super padre en una película de hospital mientras su vida personal se derrumba; nada más lejos de la verdad.

The Descendants, trata sobre un padre de familia que se da cuenta, demasiado tarde, de como su vida acomodada desde el punto de vista económico hace aguas por todos lados. Desde su relación carente de pasión con su mujer, hasta la relación paterno-filial con sus dos hijas (rebeldes y nada fáciles de manejar) y los problemas de educación que esto acarrea.

Como marco de todos estos problemas familiares, Nuestro querido Matt King (Clooney) tiene que tomar una decisión acerca de vender o no la última parcela de tierra virgen en los territorios de Hawai a una panda de especuladores, por supuesto, a esto hay que sumarle la presión externa de la enorme familia del propio abogado que quieren vender y repartirse el botín.

El gran punto fuerte de la película es, presentarnos a Hawai, una localización idílica hasta la fecha como postal en el sentido de presentarnos una tierra paradisiaca, en este film se convierte en un Hawai lleno de sombras, donde la gente de la isla viven sus miserias y cometen pecados como cualquier hijo de vecino. A destacar la interpretación de la hija mayor de King, Alexandra (interpretada muy bien por Shailene Woodley).

La riqueza del film está en las pequeñas imperfecciones que rodean la vida de este abogado abrumado tanto por problemas personales como profesionales . Situaciones cómicas son desatadas por un joven aparentemente estúpido, acompañante forzado junto a King y sus hijas. Todos ellos se enrolan en un viaje a lo largo de las islas que guarda como finalidad la busca de respuestas para King. Existe una atmósfera levemente triste que impregna todo el metraje que te hace sacar sonrisas que más tarde dan que pensar.

Una película inteligente, bellamente realizada, en un marco incomparable … pero todo tiene un sabor agridulce en las islas perfectas, donde gente lejos de ser perfecta vive, aquí reside el verdadero poder de la película.

Para terminar una reflexión personal, Clooney se merecía este Oscar, para mí el mejor papel de su carrera. Sólo espero que no se lo den dentro de un par de años por una obra menor… pero así es Hollywood amigos.