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Voto de Plaer:
10
6,9
39.466
12 de enero de 2008
31 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como muchos aquí, he leído el libro, así que he ido a ver la peli sabiendo que me iba a faltar la emoción de ir descubriendo esta historia. Lo cierto es que dice mucho a su favor el hecho de que, aún conociéndola, la haya disfrutado tanto.
Sabía que me iba a faltar lo que adoré en el libro casi más que la propia historia, la forma de escribir y describir de McEwan, especialmente en la primera parte, pero me he llevado una buena lección. La descripción de Wright es, a la película, lo que la de McEwan al libro, sutil, minuciosa, elegante y de enorme belleza. Wright estaba en mi cabeza, pues los escenarios son, en cada punto, tal cual me los había imaginado.
La parte central, en la playa, es casi un poema. No quiero hablar de aspectos técnicos, pero es que incluso para profanos como yo se hace difícil no ser expulsado de la simple historia para admirar la coreografía del largísimo plano secuencia, o las escenas de confuso delirio de Robbie, cuando en su sufrimiento se llena de recuerdos y de esperanzas.
La última parte, en mi opinión, muy bien resuelta. No esperaba la sutileza del final de McEwan, ni sus largas reflexiones en torno al acto de escribir que son casi tan importantes como la propia historia. No me parece nada torpe este final. Me ha gustado.
Sólo habría aplicado tijeretazo a una escena, aunque soy consciente que, en el conjunto de la historia, cobra un cierto sentido:
Sabía que me iba a faltar lo que adoré en el libro casi más que la propia historia, la forma de escribir y describir de McEwan, especialmente en la primera parte, pero me he llevado una buena lección. La descripción de Wright es, a la película, lo que la de McEwan al libro, sutil, minuciosa, elegante y de enorme belleza. Wright estaba en mi cabeza, pues los escenarios son, en cada punto, tal cual me los había imaginado.
La parte central, en la playa, es casi un poema. No quiero hablar de aspectos técnicos, pero es que incluso para profanos como yo se hace difícil no ser expulsado de la simple historia para admirar la coreografía del largísimo plano secuencia, o las escenas de confuso delirio de Robbie, cuando en su sufrimiento se llena de recuerdos y de esperanzas.
La última parte, en mi opinión, muy bien resuelta. No esperaba la sutileza del final de McEwan, ni sus largas reflexiones en torno al acto de escribir que son casi tan importantes como la propia historia. No me parece nada torpe este final. Me ha gustado.
Sólo habría aplicado tijeretazo a una escena, aunque soy consciente que, en el conjunto de la historia, cobra un cierto sentido:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Lo que más me chirría es la visita de Briony a Cecilia. Esta parte de la historia me queda descafeinada.
Pero lo peor es la escena con Briony al salir de la casa, cuando se observa a los amantes a través de una ventana en un apasionado beso. Como “ficción” que es al final –pues forma parte del libro de Briony- puede tener cierto sentido, pero esa escena en la peli es imperdonable. Esperaba algo sutil, dos amantes que se alejan abrazados por la calle, pero no ese chabacano morreo de novela rosa.
Pero lo peor es la escena con Briony al salir de la casa, cuando se observa a los amantes a través de una ventana en un apasionado beso. Como “ficción” que es al final –pues forma parte del libro de Briony- puede tener cierto sentido, pero esa escena en la peli es imperdonable. Esperaba algo sutil, dos amantes que se alejan abrazados por la calle, pero no ese chabacano morreo de novela rosa.