Poco sabía de Twixt antes de entrar en la sala, pero más allá de ser dirigida por Coppola, ya tenía la sensación de que no iba a ser una película convencional.
Twixt explica una historia, pero la explica bastante mal. Coppola parece haber preferido crear una atmósfera (¡lagarto, lagarto!) antes que clarificar hechos. Así la película tiene un aspecto francamente curioso, que a mí francamente no me ha convencido para nada, que parece haber sido filmado básicamente en estudio simulando el 3D, sin que el 3D esté presente más allá de un par de minutos, en dos escenas muy concretas, sin que realmente entendamos cuál es la motivación para incluirlo.
Twixt es una película extraña desde su mismo título, que no tiene mucho interés más allá del seguimiento del director, y con un carácter más bien experimental.