Los responsables de esta desmadrada, hilarante y satírica comedia "a la sevillana" son Alfonso Sánchez -guionista, director y uno de los intérpretes- y Alberto López, sobre todo muy populares en Andalucía, conocidos como El Cabeza y El Culebra, y que se han hecho célebres gracias a los vídeos que han colgado en YouTube a modo de sketchs o cortometrajes.

Los dos protagonistas, vestidos de nazarenos, deciden atracar una sucursal bancaria para "hacer justicia" por la corrupción política y el "terrorismo financiero". Una serie de contratiempos derivará en un secuestro -empleados, clientes y corruptos directivos- a la manera del film de culto "Tarde de perros" (1975), de Sidney Lumet, con Al Pacino y John Cazale de asaltantes.

Hay que reconocerle a esta modesta película española su valentía a la hora de mostrar problemas políticos y sociales de gran actualidad, siguiendo una línea berlanquiana/azconiana aunque con un desgarrado humos sevillano. Por la historia circulan serios y profesionales inspectores de policía, delegados del gobierno (estupendo Antonio Dechent), rutinarios policías locales, políticos que van a la suya, cofrades de Semana Santa, empresarios dedicados a blanquear dinero..., con un ritmo incesante, una incontinencia verbal y una sorprendente capacidad para superar la banalidad esencial.

El único reparo que se puede poner al film es la mecánica acumulación de situaciones y diálogos que se superponen , recitados a gran velocidad. En el conjunto hay escenas que funcionan bien y otras que se resienten, como sucede con los gags. Pero, con sus defectos, este trabajo cinematográfico, realizado desde las vísceras, no debería pasar desapercibido. Ojalá en la Comunidad Valenciana surgiera un fenómeno parecido, con el gran Xavi Castillo como referente.