Esperaba una película con un guión de una tripulación en un viaje espacial donde alguno de los miembros pierde la cabeza y decide asesinar al resto de la tripulación que lo pasa mal. No ha sido así.

La muerte del astronauta que ayuda a su compañero en el casco de la nave, transmite muy bien el agobio e impotencia que se podría sentir al ver como un compañero sacrifica su vida por uno de la tripulación.

Estos astronautas son supervalientes porque saben que hay complicaciones o fenómenos desconocidos en el planeta cuando llevan robots, herramientas de investigación que desaparecen y arriesgan sus vidas. Es evidente que había que ofrecer al espectador suspense hasta el final porque llegas un punto que ya no sabes porque mueren pero sabes que esa luz y cuando sube un poco la radiación no trae nada bueno.

Para saber quien es el malo de la película tienes que ver hasta el último minuto del film. Eso que compañeros cuando veáis luces por vuestro camino echar a correr en dirección contraria.