Empieza la cosa, y como fan del melodrama gótico, me las prometo muy felices, porque en este género, como en otros, la sensación de 'deja vu' es de lo más bienvenida: chica pobre que va al castillo de un pariente rico para hacer de institutriz -o así-; decorados y ambiente de lo más aparente, que incluye a una 'media loca', un ama de llaves inquietante, y una antepasada -muerta, claro- que toca el clavicordio. en fin, que todo pinta genial hasta media película o así, pero, de pronto, más o menos a partir de que sale una maceta que nos presentan como sospechosa, es como si faltase un rollo, porque todos han cambiado de sentimientos, los personajes desaparecen -incluyendo a la antes ubicua ama de llaves- y ya es un no entender nada, y uno empieza a pensar que, desde el principio, no tenía que haber 'tragado' con el despropósito de que nos quisiesen hacer pasar a la maravillosa Gene Tierney por una cateta integral.
el misterio, entonces, más que en el castillo o en la película, está en como es posible que, no ya. el luego magnífico director y férreo guionista ,Mankiewicz dejase poner su firma en el invento, sino incluso en que la propia Fox lanzase tranquilamente una cosa que no encaja ni con pegamento imedio. y es que hasta en la 'época dorada' cocían habas...
En lo positivo, la caracterización de Vincent Price, la lujosa producción y el gusto de ver a miss Tierney y a secundarias ilustres como la encantadora Spring Byington -el ama de llaves que nos escamotean- y la árida Jessica Tandy.