Era una de esas tardes en las que estaba saturado de tanta actividad y trabajo así que tenía muy claro que no estaba preparado para ver una película profunda si no algo ligero donde no hubiera que usar la materia gris. Y ¡zas! La encontré. Este film es puramente americano: su estilo de vida, comida, universidad, modelitos, cabezas huecas, etc... pero con humor y sentido de la autocrítica y sin dar muchas explicaciones del argumento, tal vez porque el guionista no tenía ni idea de cómo justificarlo. Pero, seamos sinceros, ¿a quién le importa saber por qué la protagonista revive el día de su muerte como si de un don o un superpoder se tratara? A mí me da igual y no aporta nada a la historia. Hay suspense, un par de sustillos, mucho humor y una actriz que llena la pantalla con su vis cómica y su talento. Tan pronto te dan ganas de matarla tú mismo por hija de p... como tan pronto te ríes con ella y deseas que resuelva su asesinato. Final predecible pero muy simpático. Lo dicho, una hora y media en la que no piensas en el cambio climático, ni en la independencia de Cataluña, ni en la corrupción, ni en tu jefe... Justo lo que necesitaba.