La historia del cine ha dado cabida a numerosas películas de superhéroes que luchaban para salvar a la humanidad; historias donde los efectos especiales eran el escenario de una superficialidad banal, pero nunca iban más allá. La falta de originalidad era un patrón previsible que se repetia y se aceptaba con resignación. Sin embargo, la llegada de " El Caballero Oscuro" supuso un punto de inflexión ante esta corriente, y Batman v. Superman ha conseguido ser una digna sucesora.

Zack Synder una vez más consigue dar con la tecla. Con un guión más que decente, pone el foco en la humanización de los superhéroes, y consigue transmitir una visión más profunda, pero sobretodo más real. Los diálogos son sorprendentemente buenos, y los efectos especiales logran que la discutida " shaky cam", para rodar las escenas de acción, no maree en ningún momento al espectador. Por otro lado, la actuación de Ben Affleck no desentona con el personaje.

Teniendo en cuenta la gran espectación de la película, la dificultad de construir una historia entre estos dos personajes con la verosimilitud suficiente, y que por si fuera poco todo esto esté a la altura de sus predecedoras, muchos espectadores podrían concluir que estamos ante una buena película. Si además sabemos valorar de manera justa la carga filosófica y psicológica de la misma en comparación con el resto de películas del mismo género, los resultados son, sin duda, notables.