Estamos ante una película diferente. De esas que para bien o para mal no deja indiferente a nadie. Buen rítmo narrativo y sobre todo el conjunto de atmósfera tenebrosa, " shaky cam", y música, crea una angustia en el espectador que le sumerge de lleno en la película, hace que se sienta identificado con el protagonista, y viva la historia de lleno. Un protagonista perfectamente interpretado por Mario Casas, que demuestra una vez más que sabe actuar más allá del papel de chico rebelde con o sin causa.

Alguna crítica que he leído resalta varios fallos de guión, que, aunque pueden ser discutibles, para mí no le restan puntos a la película. Y desde luego sí me parece creible el personaje interpretado por Milena Smit. Por otro lado, por ponerle algún "pero", he echado de menos un análisis más profundo de la personalidad del protagonista, que nos mostrara un carácter obsesivo o perfeccionista, que justificara o diera más sentido a todas las decisiones que va tomando a lo largo de la trama. Las reacciones a todo lo que va viviendo y las decisiones que toma, deberían ser respaldadas por un transfondo psicológico que las justifique o explique, más allá de su personalidad de chaval bueno y responsable.

Película bien dirigida, con planos y música que transmiten una atmósfera asfixiante que hacen partícipe al espectador. Se echa en falta algo de profundidad, pero creo que consigue indiscutiblemente su objetivo.