Olvidaos de esa cosa que estrenaron en cines en 1992. Vale, de lo malo malo yo también traté de verle la parte buena. Tenía una banda sonora cojonuda de Henry Mancini. Pero poco más. La animación era mediocre. Tom y Jerry hablaban durante toda la película, con voces poco apropiadas (y es que poca gente sabe que en los cortos clásicos también hablaron alguna vez, aunque en muy escasas ocasiones). Y no me hagáis hablar del argumento de la niña huérfana que echa de menos a su padre.

Está claro que Tom y Jerry no están pensados para una película, de ahí que la historia del largometraje cinematográfico tirara de los más sobados clichés Disneyanos. Pero tampoco es imposible esforzarse un poco y tratar de hacer un argumento más acorde al espíritu de los cortometrajes originales. Pues bien, sorprendentemente este filme o mediometraje o cómo queramos llamarlo, lo ha hecho. No esperaba gran cosa de un dibujo animado moderno de Tom y Jerry directo a dvd pero resulta que se trata de uno de los proyectos con mayor parecido a los originales de Hanna Barbera en muchísimo tiempo (desde 1957 prácticamente). En medio estuvieron los de Gene Deitch (horribles) y los de Chuck Jones (buenos pero diferentes de los originales). Luego hubo multitud de series televisivas y proyectos para vídeo o dvd como el que nos ocupa. Siempre asumí que todo este material era mediocre pero hete aquí que Spike Brandt y Tony Cervone, que también son directores en algunos episodios de la serie Tom and Jerry Tales, deben ser unos grandísimos admiradores de los personajes ya que han sido capaces de realizar algunos de los mejores dibujos animados protagonizados por la pareja en mucho tiempo.

Para empezar El cuento del Cascanueces destaca por su cuidada animación. Durante los primeros diez minutos parece que en verdad estamos viendo un corto de los creados por Hanna Barbera. En segundo lugar destaca por el entendimiento de los personajes y de su universo. Consciente de que no se puede desarrollar un argumento largo en base a las meras persecuciones los directores recurren a algo muy habitual en algunos cortos clásicos de la Metro, Disney o Warner que es tomar prestado un cuento o historia clásica y situar a los personajes en esa historia. El inicio de la historia resulta encantador con ese ambiente de cuento que tenía Johann Mouse, uno de los cortos de Tom y Jerry premiados con un Oscar.
Asimismo los realizadores aciertan con la caracterización de los personajes. Tom no es el rey de los gatos, sino un sirviente ya que este personaje siempre tuvo algo de perdedor que hace que aunque sea "el malo" simpaticemos también con él. El pequeño ratoncillo Tuffy, que brilló por su ausencia en la equivocada película cinematográfica, tiene aquí algunos de los mejores gags. La música que también es muy importante en Tom y Jerry acompaña algunas divertidas escenas.

Sigue, sin spoilers