La película nos ofrece un excelente despliegue visual, especialmente en la parte en la que Coraline se halla en el otro mundo. El contraste entre mundos (el aburrimiento y monotonía frente a la diversión y atención) se refleja a la perfección.
Me parece una historia demasiado compleja para los niños y algo terjiversada en algunos momentos para todo el público, pues la rapidez de la acción es tanta que en ocasiones despista al espectador (y no es fácil entender todo ese mundo de fantasía sin previas explicaciones).
Lo que más destaco es la originalidad de la película, que nos traslada a un cine diferente al que estamos acostumbrados, aunque ya vimos en Pesadilla antes de Navidad.
Entre ambas, me quedaría con la esencia de Jack Skeleton.