El paso de la infancia a la adolescencia con todas las probabilidades a favor para convertirte en un gamberro da, lógicamente, ese resultado. El protagonista, a la búsqueda de referentes para poder sobrevivir, da un giro de 180 grados en su vida y emprende una huida hacia adelante, si bien las respuestas que obtiene son tan insuficientes como desoladoras. Batallas en todos los frentes (la amistad, la familia, la religión, la sociedad) a las que se enfrenta para acabar aceptando que la única salida posible es volviendo al punto de partida inicial. Exagerada en algunos desenlaces, se sostiene por la gran interpretación de su protagonista. Interesante.