Spielberg no pierde una buena oportunidad para realizar una película de historia contemporánea con buen ritmo y sin perderse en el dilema de la acidez típica de la controversia. Meryl y Tom Hanks están a la altura, sobre todo Meryl que considero realiza una de sus mejores actuaciones de los últimos tiempos en sus papeles, vulnerable, sorprendentemente dubitativa, lo que requería este personaje en ese momento. Establecer la diferencia entre el New York Times y el Washington Post en lo relativo a la humildad regional de uno y el vanguardismo del otro estuvo muy bien logrado, desde el vestuario hasta los ademanes de los personajes. Un excelente enfoque del periodismo clásico que evita la controversia y nos ilustra un paralelismo intencionado con la realidad actual en Estados Unidos. Si hay algo no tan positivo que agregar es la necesidad de conocer aspectos históricos de personajes y entornos para evitar perderse al principio ya que el director da por descontado que se conoce todo y evita explicaciones sutiles, y eso eso a la vez es positivo para envolver en la temática desde el primer momento. Resulta más efectiva que Spotlight y por su intensidad logra ser extraordinaria en su conjunto.