Simple película que tiene un inicio prometedor pero que después se va disipando como una Coca Cola mal cerrada. No digo que sea mala, porque logra entretener, pero con el paso de los minutos se hace rutinaria, con una dirección correcta del veterano William Friedkin (French Connection, El Exorcista) que se apoya prácticamente en el momento más popular de la carrera de Benicio del Toro (Sin City) para sacar adelante la cinta. Lo que hayamos es un cóctel de acción rutinario de caza al hombre, en este caso un hombre atormentado por el pasado vivido en plena guerra de los Balcanes, que se ve perdido en la sociedad en la que se ve de nuevo suelto y en la que ya no cuadra. Para detener a este curtido soldado, las autoridades deben llamar al experimentado personaje interpretado por Tommy Lee Jones en su enésima cinta de caza al hombre en la que tan bien se debe encontrar, pues antes ya lo vimos en: El Fugitivo, U.S. Marshals o Doble Traición. Sin más, nada más que tiene que buscar pistas e intentar congeniar con el personaje atormentado de del Toro para darle una buena salida al caso.
En resumen, es simple de desarrollo pero tiene unas buenas escenas de acción que logran ser efectistas y creíbles, algo más que el guión que nos muestra.