Esta continuación moderna de las cuatro entregas iniciadas en los 80 y protagonizadas por el icono del humor made in USA Chevy Chase (Las vacaciones de una chiflada familia americana) cumple el objetivo de hacer reír de la mano del siempre encasillado en papel de pringado Ed Helms (trilogía Resacón). En el rol del hijo de las entregas ochenteras, el actor Ed Helms decide volver a recordar el viaje iniciático junto a su padre (Chase) en la producción de 1983, buscando darle un nuevo giro a su relación con la familia, alejada de ella por su trabajo. Lo que nos encontramos es una cinta llena de slapsticks típicos de estas comedias de despiporre y llenas de escenas y frases soeces como se destilan en los últimos años, hace que la veamos con interés y gracia hasta el final. Sorprende la relación entre los hermanos (quizás lo más gracioso del filme a pesar de la crueldad con la que podamos verla) y la aparición en comedia de Chris Hemsworth como vaquero chulo y redomado, que en su breve papel se divierte riéndose de sí mismo y nos hace reír al mismo tiempo.