Una película tratada con ingenio y escrita con inteligencia. La chispa inspiradora del director y guionista Cesc Gay (Truman) nos deja una película reveladora sobre el comportamiento del hombre en grupo y en solitario, con unos diálogos ingeniosos y un cast de tremenda altura, con lo más granado del panorama interpretativo español.
Filmada con pulso, manejando los tempos de los diálogos cuando se enfrenta cada pareja de actores, Gay logra crea una atmósfera de realidad treméndamente convincente. Gran parte de culpa de ello la tiene el reparto coral: desde la sincera aparición de Eduard Fernández (Mientras Dure la Guerra), la triste figura de un triunfador Leonardo Sbaraglia (El Rey de la Montaña), el siempre genial Javier Cámara (Es por tu Bien), los muy convincentes Alberto San Juan (Días de Fútbol) y Jordi Mollà (Dos Policías Rebeldes 2), la enigmática Leonor Watling (Los Crímenes de Oxford), la escéptica Cayetana Guillén Cuervo (El Ministerio del Tiempo), la gran Candela Peña (Princesas), un tímido Eduardo Noriega (Perfectos Desconocidos) hasta el magnífico duelo interpretativo Ricardo Darín (La Odisea de los Giles) vs Luis Tosar (Intemperie). Prácticamente la totalidad de este reparto rinde a muy buena altura en esta cinta de amistad, engaños, amor, celos y esperanzas abatidas. Sobre la realidad real de unos personajes de andar por casa, naturales en sus roles y sincera en su entrega al público general.
Sin duda un sorpresa muy recomendable por su franca perspectiva de la vida del hombre común, con sus miserias y alegrías y un toque de ingenuidad.