Innecesaria secuela que apenas tiene algo que ver con la primera salvo el uso de artes marciales. Eso es lo único que les une, porque el resto es otra historia y otra producción de una calidad muy por debajo de la original. Ya desde el principio se ve que los valores de producción son muy pobres, todo muy de cartón piedra y efectos visuales de baratillo, del todo 100, vamos. Además, la historia es muy pobre y típica pero quizás más cercana a las producciones asiáticas de los 70. En eso y en la calidad es muy fiel... pero esta producción es de 2015 y algunas cosas que nos enseña nos da un tufillo a poco, muy poco dinero.

Tanto es así, que el propio RZA, director y protagonista también de la primera parte, se aparta a un lado con esta producción y sólo se encarga de parte del guión, colaborar en la música y aparecer como en segundo plano en el reparto. Viendo que la calidad se iba a resentir con respecto a la primera, cuenta aquí en la dirección con el limitado y experimentado en cine de serie B Roel Reiné (Michiel de Ruyter), un tipo que en la última década ha ido destrozando películas y series (Inhumanos) sin compasión, aunque es cierto que casi todas son de bajo presupuesto. Ante esto, el desastre ya se ve venir y la frescura, descaro y bizarría que tiene la primera parte se pierde en el camino de esta, que se convierte en una serie B de las malas, con poco que aportar y un reparto que poco o nada da la talla, empezando por el veterano y siempre malvado (y malo) Cary-Hiroyuki Tagawa (Siempre a tu lado - Hachiko) que en momentos de lucha parece berreando al mismísimo Aberroncho, al que acompañan un puñado de actores tailandeses y el propio RZA.

Poco se puede salvar de una producción que apenas promete nada, de baja calidad, con un director de dudosa calidad y un actor/productor/guionista/músico como RZA que parece que no tenía muchas ganas de hacer esta película. Lo único bueno, si cabe, es la música de un producto decepcionante en casi todos sus aspectos, pues la coreografía tampoco es algo del otro mundo. Nada que ver con su precuela, que al menos divierte.