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España España · Almendralejo
Voto de Siferval:
2
Drama. Fantástico En un pequeño pueblo, un padre debe reunir el coraje suficiente para contarle a todo el mundo una extraordinaria experiencia que ha cambiado la vida de su hijo: tras una operación en el hospital, el pequeño, de tan solo cuatro años, afirma haber estado en el cielo y haberse sentado en el regazo de Jesús. Todos creen que son imaginaciones del niño, pero éste demuestra saber cosas imposibles de saber. (FILMAFFINITY)
11 de octubre de 2021
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Pastiche lamentable que más que una película es un panfleto que busca y reclama ovejas para la iglesia cristiana. Una película que no hace ningún favor a la religión y que en lugar de provocar emoción causa risa. Y no es que esas visiones de las que se jactan alcanzaron al niño, si no la manera en que nos quieren colar la historia. Pienso que hay formas mejores de hacernos llegar la fe, y no de esta que más parece una fechoría contra la inteligencia del espectador que ve este producto. Y no estoy en contra de este cine religioso, que conste, sólo voy en contra de lo que está mal hecho, de lo que te exige que creas sí o sí. En este tipo de producciones no hay escalas de grises y lo peor de todo es que tienen la capacidad de salir adelante. Imagino que el poder amasado por los pastores y reverendos que pululan por Estados Unidos es grande y se pueden permitir poner dinero para producir películas de este tipo... Y por cierto, el tipo de todas ellas es casi el mismo: fotografía luminosa y grandilocuente (lo mejor sin duda de esta cinta), música de spot y mensaje de spot de compresa. Todo muy guay. Pero no va más allá de la creencia y el mensaje fácil, propaganda fácil para aglutinar una masa que parece alejarse de la iglesia. Y como digo, no ayuda.

A nivel narrativo, poco se puede decir: es aburrida, inverosímil y la milonga de las visiones es poco creíble. Es más, al chaval (anestesiado por la incipiente operación) le da tiempo a ver a todo Dios en el sueño que lo manda al cielo y relata cada 10 minutos a quién ha visto (le damos cuerda y nos describe hasta al primo ciego de Napoleón). El chaval es tan bueno, o el cielo o la droga que le dan en el hospital (vete a saber) que ve a niños no nacidos. Terrible. Para vendernos mejor la moto, la productora Sony contrató para este panfleto de 90 minutos a gente como Greg Kinnear (Pegado a Ti), Kelly Reilly (Sherlock Holmes) o Thomas Haden Church (Entre Copas). Como director también hallamos a alguien experimentado como Randall Wallace (El Hombre de la Máscara de Hierro) que se limita a poner la cámara y dar alguna que otra orden sin más ambición que la de poner la mano y cobrar.

Una película innecesaria que es un insulto a otras películas religiosas como Camino, o producciones más actuales como Benedetta o el documental (más real y creíble) Medjugorje. Una cinta que no aporta nada, hecha para encauzar a los fieles y darles emoción, que se pierde en un guión planísimo que deja los problemas económicos del pastor Kinnear como si nada, obviando todo problema realmente real. Porque encima esa es otra: el pastor hace de todo y tiene tres o cuatro trabajos además de ser religioso (casado, claro), es electricista, albañil, carpintero, bombero y entrenador de lucha grecolatina. Y al pobre no le llega para las facturas del médico. Milagro es que este hombre esté tan ahogado económicamente con todo lo que hace. Y él no es el único del pueblo pluriempleado: el rico banquero es también es un devoto bombero. De traca. En fin, que hay de todo pero no hay nada tras la fachada. Es vacua y mentirosa.
Siferval
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