Spider-Man 2 es una de las mejores películas de superhéroes de la época moderna, que supera a su predecesora en muchos aspectos. Se centra en la crisis de identidad de Peter Parker, que se ve incapaz de compaginar su vida personal, académica y heroica. El protagonista debe enfrentarse a sus propios miedos, dudas y deseos, así como a un nuevo y formidable villano: el doctor Octopus.

Destaca por su equilibrio entre la acción, el humor, el drama y el romance. Las escenas de acción son espectaculares y aprovechan al máximo los efectos especiales, especialmente en la creación del doctor Octopus y sus tentáculos mecánicos. El humor está presente en los diálogos ingeniosos, las situaciones cómicas y las referencias a la cultura popular. El drama se explora a través de los conflictos internos y externos de los personajes, que tienen una gran profundidad y evolución. El romance se desarrolla con naturalidad y emoción entre Peter y Mary Jane, que tienen una gran química en pantalla.

Los actores realizan unas interpretaciones muy convincentes y carismáticas. Tobey Maguire encarna a un Peter Parker vulnerable, noble y valiente. Kirsten Dunst da vida a una Mary Jane decidida, sensible y enamorada. Alfred Molina interpreta a un doctor Octopus complejo, ambicioso y trágico. James Franco muestra a un Harry Osborn atormentado, resentido y obsesionado. J.K. Simmons es un J. Jonah Jameson hilarante, manipulador e implacable.

La dirección de Sam Raimi es ágil, dinámica y creativa. El guion es coherente, fluido y emocionante. La fotografía es colorida, luminosa y contrastada. La música de Danny Elfman es épica, envolvente y memorable.

En definitiva, Spider-Man 2 es una película muy entretenida, emocionante y divertida, que respeta el espíritu del cómic original y ofrece una visión humana y realista del héroe arácnido.