Si te gustan los thrillers psicológicos, el canibalismo y los juegos mentales, esta es tu película. El silencio de los corderos es una obra maestra del género, que te atrapa desde el primer minuto y no te suelta hasta el final. La historia gira en torno a la relación entre Clarice Starling, una joven agente del FBI, y Hannibal Lecter, un psiquiatra asesino y devorador de personas, que la ayuda a atrapar a otro asesino en serie llamado Buffalo Bill. Está basada en la novela homónima de Thomas Harris, y fue dirigida por Jonathan Demme, que consiguió crear una atmósfera opresiva y claustrofóbica, con una fotografía oscura y unos primeros planos que te meten de lleno en la mente de los personajes. El guión es inteligente y lleno de diálogos memorables, que exploran temas como el miedo, el poder, el sexo y la identidad. Fue un éxito de crítica y público, y se llevó los cinco Oscars principales: mejor película, director, actor, actriz y guión adaptado. Un hito que solo habían logrado antes dos películas: Sucedió una noche (1934) y Alguien voló sobre el nido del cuco (1975). Los dos protagonistas están soberbios en sus papeles. Jodie Foster interpreta a Clarice Starling, una mujer valiente, inteligente y vulnerable, que se enfrenta a un mundo dominado por hombres. Anthony Hopkins da vida a Hannibal Lecter, uno de los villanos más carismáticos e inquietantes de la historia del cine. Su interpretación es magistral, con una mirada penetrante, una voz suave y una sonrisa maliciosa. Su presencia en pantalla es hipnótica, y consigue crear una química especial con Foster. El resto del reparto también está a la altura, destacando Scott Glenn como Jack Crawford, el jefe de Clarice, y Ted Levine como Buffalo Bill, el asesino que mata a sus víctimas para hacerse un traje con su piel. El silencio de los corderos es una película que no te dejará indiferente, que te hará sentir emociones intensas y que te hará pensar sobre el bien y el mal, la razón y la locura, la vida y la muerte. Es una película que hay que ver al menos una vez en la vida, y que no pierde nada con el paso del tiempo. Es una película que merece un 9.